Con el fin de analizar la reciente decisión del Gobierno de aplicar una nueva baja permanente en los derechos de exportación para los principales cultivos agrícolas, este medio se comunicó con el ex subsecretario de Mercados Agropecuarios y consultor en agronegocios, Javier Preciado Patiño.
“No hubo ninguna señal previa en la semana, la primera semana de diciembre, que pudiera sugerir que algo iba a pasar”, aseguró Javier Preciado Patiño. Según explicó, habitualmente este tipo de decisiones viene precedido por rumores en el mercado, algo que esta vez no ocurrió.
Las señales que suele haber antes de una baja impositiva estuvieron ausentes
“En general, hay rumores, hay algunas versiones que se desmienten, afloja la venta, porque se sabe que van a bajar las retenciones, en general el productor deja de vender, o el exportador deja de anotar exportaciones, y nada de esto ocurrió”, describió.
Patiño puso el foco en la forma en que se comunicó la medida y en la ausencia de respaldo normativo inmediato. “Fue una medida tomada muy rápidamente, a puertas cerradas”, sostuvo, y agregó: “No salió ayer el decreto, y tampoco salió hoy el decreto de devolvimiento oficial”.
La necesidad de un respaldo
En ese sentido, advirtió que no es habitual anunciar cambios impositivos sin contar previamente con el andamiaje administrativo necesario. “En general, cuando uno va a anunciar una medida, ya tiene todo lo que es la parte administrativa resuelta, y a más tardar, al día siguiente está publicado para que entre en vigor”, remarcó.
Para el entrevistado, más allá de que la baja de impuestos sea bien recibida por el sector, siempre debe analizarse el contexto que la impulsa. “Por supuesto que una medida como esta, que es una baja de impuestos, se va a presentar como que, bueno, es parte de la filosofía del Gobierno, de sacarle la presión impositiva, en este caso al sector agrícola, va a ser bien recibida y festejada por todo el mundo”, señaló.
Sin embargo, aclaró que se trata de la cuarta modificación en el año sobre derechos de exportación y que existen límites externos e internos. “Es la cuarta vez en el año que se modifica el tema de derechos de exportación, y esta vez con dos limitaciones”, afirmó. Una de ellas proviene de Estados Unidos. “La que le puso Scott Bessent, o el gobierno de Estados Unidos, que dijo, basta con estas bajas temporarias, dólar-soja, que, digamos, complican el mercado global, lo desestabilizan”, indicó.