Gustavo Córdoba participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación en la que analizó el escenario político de cara al balotaje de noviembre. “Massa tiene varias ventajas, tiene el Gobierno nacional. La desventaja es que tiene un contexto económico realmente pésimo o muy malo”, expresó.
El director de Zuban Córdoba y Asociados también analizó la responsabilidad de Mauricio Macri en la derrota de Juntos por el Cambio. “Macri es el estratega de toda esta situación. Posiblemente él tenga que asumir gran parte de la responsabilidad del fracaso de Bullrich, porque ella no era la líder de su espacio, Macri sí”, indicó en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Quién está mejor posicionado para el balotaje, Sergio Massa o Javier Milei? ?
—Massa tiene varias ventajas, tiene el Gobierno nacional. La desventaja es que tiene un contexto económico realmente pésimo o muy malo. Axel Kicillof le dio un respaldo enorme al ganar la Provincia de Buenos Aires. Massa arrancó esta campaña electoral del balotaje de una manera mucho más profesional. Creo que el nivel de profesionalización que tiene en este momento su campaña, es inédita en el peronismo. El contexto da para preguntarse si Massa puede o no reemplazar el liderazgo que tenía Cristina Kirchner. Cuando se lo vio por primera vez en el escenario, en soledad, fue impactante. Con la nueva identidad visual, las palabras que él escogió, el tono de voz que empleó, pareció muy adecuado y muy oportuno. Mencionó prácticamente a cada uno de los sectores, que tienen algo de relevancia, para ir a buscar sus votos. En Milei no veo grandes ventajas, se ha ido desdibujando desde las PASO, teniendo inconvenientes con las declaraciones de un miembro de su equipo, que él no las comparte ni las consensúa, pero tampoco las condena. Habrá que esperar a ver quién se equivoca menos.
—¿Los siete puntos de ventaja que sacó Massa podrían ser definitorios?
—Si el peronismo mantiene la misma tesitura de la estructura territorial con los gobernadores a la cabeza, siendo ellos los responsables de la movilización electoral, es una opción bastante realista.
—Luego de haber escuchado el discurso de Massa, ¿considera que con el massismo se termina la grieta?
—Es difícil dar por concluido de manera unilateral algo tan potente como la grieta en la Argentina. Es probable que, en lugar de terminar con la grieta, lo que veamos es un reemplazo de la cabeza de la grieta opositora al peronismo, gracias al giro ideológico que brindó Milei a la campaña. Este viraje que protagonizó el líder de La Libertad Avanza, cambiando el eje de su discurso de casta - anti-casta por una nueva idea de kirchnerismo–antikirchnerismo, me hace pensar que la grieta va a tener un poco más de vigencia.
—¿Qué se imagina que podrá hacer el votante de Patricia Bullrich?
—Bullrich cometió un error grosero al enfrentar al kirchnerismo. Hace dos periodos presidenciales que el kirchnerismo no logra poner un candidato propio. Creo que eso fue un fracaso. Milei va a tratar de captar la totalidad de ese voto que tiene un perfil que si bien puede compartir algo ideológicamente desde la derecha con Milei, posiblemente se espanten con la metodología poco democrática. Creo que hay un enorme nivel de desconfianza sobre él y habrá que ver si logra seducir al votante de Bullrich. Una parte votará a Milei y otra a Massa. Otra gran parte votará en blanco. Es probable que el votante de Bullrich se reparta en tercios. Por su parte, se está resignificando la escena política argentina y tengo mis dudas de que Juntos por el Cambio siga con la misma identidad político electoral. Creo que Juntos por el Cambio quedó en la historia. A partir de ahora vamos a ver cómo el partido configura una nueva identidad.
—¿Cuál es el camino que tomarán los votantes de Juan Schiaretti en el balotaje?
—El votante de Schiaretti tiene particularidades. Está concentrado en Córdoba y se repartirá en partes iguales entre Massa y Milei. De mantenerse igual, no beneficiaría ni perjudicaría a ningún candidato en particular sino que repartiría salomónicamente su caudal electoral.
—¿Qué responsabilidad tiene Mauricio Macri sobre lo que sucedió con Juntos por el Cambio?
—Macri es el estratega de toda esta situación. Posiblemente él tenga que asumir gran parte de la responsabilidad del fracaso de Bullrich, porque ella no era la líder de su espacio, Macri sí. No fue ella la que en la mitad de la campaña salió a apoyar en reiteradas oportunidades a Milei. Entonces fue el propio Macri el que le termina restando chances. Además, en Juntos por el Cambio se sentían ganadores de la elección y cometieron el error de creer que no hacía falta nada más y entonces empezaron a dividir, lo que les impidió que su electorado se amalgamara como lo hizo el votante de Massa con el de Grabois. Está claro que Patricia no logró sumar el 100% de los votos de Horacio Rodríguez Larreta, así que fíjense las dificultades que le impuso Macri al forzar su candidatura al solo efecto de ganarle a Larreta. Está claro que era mucho mejor candidato que Patricia, pero perdió la primaria. Macri perdió la enorme oportunidad de que su espacio político ingrese de nuevo a la presidencia. Ahora tenemos tres espacios disputando el poder y el nuevo (Milei) ingresó siendo el más votado en las PASO, sacando 30 puntos y manteniendo el caudal electoral. Estamos hablando de una tercera fuerza con capacidad de daño real. De hecho, fíjense la cantidad de diputados y senadores que metió en la elección.
—¿Después de haber errado mucho en los pronósticos para las PASO, hubo una revancha de las encuestas en esta primera vuelta?
—Existe un nivel de desconocimiento muy grande de cuál es el rol de la investigación de la opinión pública. Es importante destacar que la investigación en opinión pública se utiliza cada vez menos para pronosticar la intención de voto. Lo que se busca es la comprensión del contexto electoral. El problema es que, para el sistema de medios, es más motivante el dato de cuántos votos sacó un candidato que la información sobre el ánimo electoral, porque la información sobre la intención de voto produce más clickbait y tráfico adicional. Hoy el impacto es igual a cero. Pero los mismos medios que desacreditan nuestras encuestas son los que luego nos la reclaman. Para nosotros el desafío es poder nutrir de información de calidad.
—¿Cuál cree que fue el rol del Papa Francisco en el resultado que sacó Milei?
—El Papa fue uno de los grandes ganadores de la jornada electoral. Fue insólito para mí escuchar cómo los libertarios criticaban al Papa y a la Iglesia Católica. Se metieron en un lugar equivocado donde solamente podían salir derrotados y perdiendo votos, que fue efectivamente lo que pasó. La figura del Papa ganó prestigio. Las comunidades del interior del país, donde el reservorio de la identidad de la Iglesia Católica es muy relevante e importante, votaron en defensa propia.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas y le damos la posibilidad de hacer un comentario final.
—La reflexión que quiero dejar es que el profesionalismo es el camino. La herramienta del profesionalismo nos va a dar una disminución en la tensión de la recesión democrática. Creo que los gobiernos no saben comunicar y no utilizan adecuadamente el sistema mediático. Creen que las operaciones son válidas y que ocultando una parte de la realidad ellos van a poder tener una ventaja. Pero esa forma de actuar ya no funciona. Hay que mostrarles que es necesario interactuar, compartir con la opinión pública y con los medios.
Por María Victoria de Dios, Jennifer Pérez Olivera y Carolina Fabio Fiorini
Estudiantes de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil–USAL
