CIENCIA
kathy edwards, referente mundial en pediatria

“En el futuro habrá vacunas ‘a medida’ y más seguras”

Experta. Edwards trabaja en la Universidad de Vanderbilt.
| Gaston Renis
“Presentar a Kathy Edwards es como presentar a Messi”, dijo el pediatra Fernando Polack en la apertura del simposio de la Fundación Infant, antes de cederle el micrófono a una de las referentes mundiales en temas de inmunizaciones. Kathryn Edwards, de ella se trata, es miembro de la Junta de Consejeros del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los EE.UU. y directora del Programa de Investigación en Vacunas de la Universidad de Vanderbilt.
Consciente de la necesidad de conseguir vacunas cada vez más seguras y eficaces, Edwards está trabajando en un novedoso enfoque farmacológico que apunta a poder determinar antes de la inmunización qué pacientes tendrán algún efecto adverso. Se llama “biología de sistemas” y consiste en la integración de diferentes disciplinas científicas –genómica, inmunología y bioinformática– con el fin de analizar en profundidad las diversas reacciones que ocurren dentro del sistema inmune tras la aplicación de una vacuna. “Nuestra meta es conseguir vacunas a medida para que sean más seguras; llegar a detectar con un simple análisis de sangre u orina a aquellas personas que tendrán un efecto adverso severo antes de aplicarle la inmunización”, le dijo a PERFIL Edwards.
En la actualidad, una vacuna se evalúa observando si la persona que la recibió produce anticuerpos y si presenta o no algún tipo de efecto adverso. La biología de sistemas permite armar una especie de mapa molecular en el que además de comprobar si efectivamente hay producción de anticuerpos se pueden analizar al mismo tiempo una gran cantidad de moléculas que participan de la respuesta inmune. Así, se obtiene un patrón de funcionamiento a nivel molecular que en el futuro –no muy lejano– permitirá predecir quién responderá bien a la vacuna.
“En lugar de analizar cómo reacciona el sistema inmune completo ante una vacuna, pudimos observar la forma en la que se comporta cada una de las diferentes células que participan de la respuesta defensiva”, aseguró Edward. Para el trabajo, los investigadores administraron la vacuna contra la fiebre amarilla a un grupo de voluntarios y luego les tomaron muestras de sangre en diferentes días.  “Cuando uno mira todo el sistema inmune parece que no hay ningún cambio; pero al poner la lupa en los diferentes componentes podemos identificar cuáles son los que reaccionan y cómo lo hacen, algo que nos permitió establecer qué elementos están detrás de las respuestas negativas”, concluyó la experta.