CIENCIA
cirugia pionera

Lanata recibe un trasplante renal cruzado, con permiso de la Justicia

Hoy, el periodista será intervenido en la Fundación Favaloro gracias a un intercambio de donantes. La práctica no está legislada en el país. Su esposa aportará su riñón.

Hoy, el periodista será intervenido en la Fundación Favaloro gracias a un intercambio de donantes. La práctica no está legislada en el país. Su esposa aportará su riñón.
| Cedoc

Autorización judicial mediante, el periodista Jorge Lanata entrará al quirófano en las próximas horas para someterse a un tipo de trasplante inédito en la Argentina: el trasplante renal cruzado. Según pudo saber PERFIL, la cirugía se realizará hoy en la Fundación Favaloro y estará a cargo del equipo de trasplante renal de la institución, unidad que dirige el cirujano Pablo Raffaele.

El procedimiento consiste en un intercambio de donantes, lo que en el mundo se conoce como swap. Esto es, si un donante y un receptor son incompatibles (antígenos leucocitarios humanos o grupo sanguíneo diferente), pueden intercambiar sus riñones con otra pareja donante-receptor en una situación similar a la suya. De esta forma, Lanata recibirá un riñón de un donante desconocido y, a su vez, su esposa Sara Stewart Brown donará su riñón a un receptor X. “Estoy a un tiempo corto de un trasplante. Va a ser acá en Buenos Aires. Va ser el primer trasplante de América Latina de donantes vivos no familiares”, había adelantado el propio Lanata el último martes en el programa Los Leuco.
En el país, la Ley Nº 24.193 en su artículo 15 prevé la donación de órganos entre vivos sólo con fines de trasplante y entre personas relacionadas (parientes consaguíneos o por adopción hasta cuarto grado) para evitar la compra-venta de órganos. La misma ley establece que toda situación no contemplada en ese artículo debe ser resuelta por la Justicia. Por eso, el abogado de Lanata, Patricio Caballés, debió hacer una presentación judicial a fin de demostrar que la donación cruzada era un acto de “carácter voluntario, altruista, desinteresado y solidario” y conseguir así la autorización para que los médicos realicen el trasplante renal (ver recuadro).

A pesar de que la modalidad médica es inédita en la Argentina, lleva más de una década realizándose en países como EE.UU., España, Holanda, Canadá, Reino Unido y Australia. De hecho, el primer reporte que se hizo de un intercambio de donante vivo para trasplante renal fue en 1986 en Estados Unidos.
 “Es una estrategia aceptada hace años en el mundo. Es legal, ético y transparente”, le dijo a PERFIL Raffaele, quien también dirige el Grupo Trasplantes de la Sociedad Argentina de Nefrología. “En un contexto de necesidad del trasplante como una opción adecuada para resolver la insuficiencia renal terminal de un paciente, de falta de donantes cadavéricos para trasplantar a todas las personas en lista de espera y teniendo en cuenta que el 30% de los pacientes tiene donantes vivos incompatibles, surge esta estrategia de intercambio. Esta práctica permite mejorar mucho los pronósticos en los receptores y no modifica en absoluto la salud del donante”, explicó Raffaele.

La intervención se realiza en forma simultánea en ambas parejas. Primero se extrae el riñón al donante mediante laparoscopía. Luego se trasplanta al receptor. Para esto, el cirujano hace una incisión  en el área abdominal inferior del paciente, coloca el nuevo riñón y conecta la arteria y la vena del órgano a la arteria y la vena de la pelvis. La operación dura en promedio tres horas y requiere anestesia general. Es una operación sencilla, pero como toda intervención conlleva riesgos como infección, sangrado o problemas respiratorios. Los pacientes deben permanecer internados entre una y dos semanas.

Desde 2011, Jorge Lanata se realiza diálisis tres veces por semana durante cuatro horas para luchar contra una insuficiencia renal crónica producto de su severa diabetes. Para esta operación, según él mismo admitió, dejó de fumar. Estaba en la lista de espera del Incucai, aunque no era un candidato prioritario a recibir un riñón de donante cadavérico, según los criterios del organismo. Además, trascendió que su esposa no era compatible; lo que lo llevó a pensar en el swap como única opción. En un primer momento, se especuló con que iba a ser operado en EE.UU., donde existen más de cuarenta centros donde se realizan programas de intercambio de donantes. Pero gracias a la resolución judicial favorable, finalmente podrá trasplantarse en Buenos Aires.