CIENCIA
hunter doherty en buenos aires

Patch Adams: “El arte influye positivamente sobre la salud”

El “payamédico” más famoso del mundo pintó un mural con pacientes del Borda y dio una charla sobre la risa como terapia.

Referente. El activista bailó rock & roll.
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El nombre Hunter Doherty no dice nada, pero “Patch Adams” –su apodo desde hace décadas– provoca una gran sonrisa: es por el tierno recuerdo de la película que protagonizó Robin Williams, donde se reflejaba la lucha de este médico para cambiar las formas y el ejercicio de su profesión. Lo cierto es que el film de 1998 apenas si retrata una faceta de este profesional que, a sus 68 años, sigue de gira por el mundo. Esta semana, pasó por Buenos Aires para difundir su mensaje positivo sobre las prácticas médicas. En sus tres días de visita, brindó conferencias y recibió el título de Maestro Honorario por parte del rector de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). Pero, además, fiel a sus principios, participó de una acción artístico-cultural junto a los internos y el equipo de salud del Hospital Borda.

El “payamédico” es el creador y divulgador de una serie de técnicas que suman el humor, el clown y la música: la “arteterapia”, capaz de ayudar a todos los pacientes, y especialmente a los más chicos. Vanina Grossi, actriz, clown, integrante del grupo los Titiribióticos y amiga de Adams, le explicó a PERFIL la esencia de las ideas de Patch: “Es posible usar el arte para enfrentar las cosas con alegría y para transformar aun el momento más terrible”. Y recordó cómo las enfermeras de los hospitales pediátricos suelen pedirle ayuda a estos grupos al momento de realizar las intervenciones más dolorosas. “Se ha comprobado que usando, por ejemplo, el humor, es posible disminuir el dolor que sienten las personas”, sostuvo.

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En su charla abierta en la Unsam, invitado para la inauguración del Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (ICRyM), Patch dio abundantes muestras de su visión sobre la medicina actual: “A los médicos nos piden que hagamos un diagnóstico en ocho minutos. Pero yo necesito cuatro horas para conocer a mi paciente”. Y denunció que “el sistema de salud (de Estados Unidos) es una vergüenza, está armado para sacarles dinero a las personas”.

Luego, como parte de su charla-performance, le pidió al público que se “abrace en silencio durante dos minutos para sentir la energía del amor”.

Bailar. En medio de los sketches artísticos, también tuvo tiempo para dar ideas saludables: “En lugar de pedirles a nuestros pacientes que hagan treinta minutos de ejercicio físico por día, los médicos tenemos que invitarlos a bailar”, propuso; mientras, por los parlantes sonaba un rock & roll. El doctor Hugo Rodríguez Isarn, decano del ICRyM, le aseguró a PERFIL que “recurrir al abrazo, al beso, al cariño y al humor tienen que ser ideas centrales en cualquier proceso de rehabilitación, ya sea tras un accidente, un ACV o una amputación”. Y agregó que –más allá de que el paciente pueda salir de alta– “lo que se debe lograr es que vuelva a reinsertarse plenamente en la actividad social”. Patch Adams es hoy más que un artista-médico. Se define como un militante que busca –desde su Instituto Gesundheit y sus campañas globales– lograr un mundo médico y social mejor que el que tenemos.