Por primera vez en la historia, médicos argentinos realizaron la separación de dos niños siameses unidos por genitales, sistema urinario y aparato digestivo. La operación se realizó el pasado 22 de junio y participaron un total de 44 médicos entre los que se contaron urólogos, anestesistas, cardiólogos, cirujanos plásticos y otros profesionales.
La cirugía duró casi 9 horas y se llevó a cabo en la Fundación Hospitalaria, en el barrio porteño de Núñez. Los pacientes fueron Gianluca y Santino, dos bebés que nacieron como siameses isquiópagos unidos por periné, el pasado 20 de septiembre.
Debido a la particularidad de la unión de los niños, se hizo una planificación durante varios meses de la cirugía que tenía más de 20 etapas y que contó con el asesoramiento de una clínica especializada de Barcelona.
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Antes de la operación, los médicos realizaron una prueba con muñecos que duró cerca de dos horas y en la que practicaron todos los pasos de la cirugía. Luego, los especialistas reprodujeron el simulacro en la cirugía real, donde debieron separar los aparatos digestivos y urinarios de los menores, cuidando de conservar los músculos y respetar la anatomía de cada uno de los dos hermanos, según publicó Clarín.
"Ya sabíamos desde el primer trimestre que estaba la mamá embarazada de siameses y se preparó todo, incluso con psicólogos. Nacieron y se esperó hasta los seis meses para hacer la separación", dijo a Télam la doctora Carolina Millán, quien participó de esta operación.
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La familia de los niños llegó a este centro de salud luego de que el año pasado le informaran que cursaba un embarazo de alto riesgo porque sus hijos estaban "unidos por la pelvis". Fue la obra social la que los derivó al nosocomio, donde un equipo interdisciplinario atendió el caso y siguió la evolución de los bebés hasta el momento de la separación.
Tras la intervención, los hermanos estuvieron 10 días internados hasta que les dieron el alta y volvieron con sus padres a su casa y se encuentran en perfecto estado de salud. Alejandra Lafont, jefa del Servicio de Pediatría, le explicó a Clarín que "el post quirúrgico fue bastante sencillo, lo más difícil y complejo ya había ocurrido". "Hoy podemos verlos separados, jugando, sonriendo, relacionándose y sintiendo el cuerpo de una manera diferente", celebró la médica.
MS/ CP