“Nunca hay un momento perfecto para este tipo de transición, pero ahora es el momento más adecuado”; así anunció su retiro como CEO de Microsoft Steve Ballmer, después de pasar 13 años como líder de la compañía de software que hoy cuenta con casi 100 mil empleados en todo el mundo. Ballmer dio un paso al costado en medio de un proceso de transición que el gigante tech fundado por Bill Gates está transitando hacia un futuro más enfocado en los dispositivos móviles y los servicios, aunque permanecerá en su puesto unos meses más hasta que puedan encontrar a su sucesor.
Steve Jobs, uno de sus más acérrimos rivales, decía que Ballmer representaba el “hombre de negocio” que no debía estar dirigiendo una compañía. “Esto sucedió en Apple cuando (John) Sculley tomó la dirección, que fue mi culpa, y también pasó cuando Ballmer se convirtió en CEO de Microsoft. No creo que nada cambie en Microsoft mientras Ballmer esté al mando”, dijo Jobs a Walter Isaacson en la biografía del fundador de Apple, publicada en 2012.
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Futuro. El mercado, por su parte, reaccionó de manera positiva ante la noticia, como si estuviera esperando la partida del líder, y las acciones subieron 10% a poco de conocerse su renuncia. Con el anuncio, paradójicamente, Ballmer aumentó su fortuna por el alza de las acciones, de las que tiene 333.252.000, que equivalen a cerca de mil millones de dólares. De acuerdo con la lista de los multimillonarios de Forbes, ahora Ballmer guarda bajo el colchón US$ 17.200 millones.
Para la consultora Forrester su mandato tuvo grandes aciertos, como la estrategia de la consola de juego Xbox y el desarrollo de las versiones de Microsoft Office, pero también sombras, como la lenta respuesta a la tendencia móvil, que ha sido el gran problema de la firma en su administración, aunque Microsoft terminó 2012 con US$ 16.900 millones en ganancias. “Nos hemos embarcado en una nueva estrategia con una nueva organización y contamos con un fantástico equipo de líderes. Necesitamos un CEO que esté aquí a largo plazo para esta nueva dirección”, justificó Ballmer su salida. El directorio de Microsoft designó un comité especial para dirigir el proceso de sucesión encabezado por Bill Gates, que habló al respecto: “Como miembro del comité de planeamiento de sucesión, trabajaré muy de cerca con los otros miembros del directorio para identificar a un nuevo CEO. Somos afortunados al contar con Steve en su puesto hasta que alguien nuevo asuma”, dijo. Según los analistas del sector, el próximo CEO deberá tener el carisma suficiente para ganarse la lealtad de las personas más que de los negocios, y podría ser alguien externo o un ex Microsoft que regrese para nutrir a la firma de nuevas experiencias.
