CIENCIA
rodney martinez, experto en clima

“Un evento de esta magnitud pone a los gobiernos a prueba”

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“Hay que estar preparados para un Niño fuerte y que puede traer importantes consecuencias en la economía de la región. Aunque no podamos predecir la magnitud del evento, nos preocupan las manifestaciones que estamos observando las últimas semanas: los tifones en Asia, el temporal en Chile o mismo las fuertes lluvias en Argentina”, advierte Rodney Martínez Güingla, director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, con sede en Ecuador.
—¿Qué es exactamente el fenómeno El Niño?
—Es una alteración que se produce en el Pacífico, en períodos irregulares de tres a cinco años. La particularidad de este fenómeno, que forma parte de la variabilidad natural del clima en el planeta, es que conjuga al océano y la atmósfera. Comienza con un inusual calentamiento en el Pacífico, que luego se va haciendo persistente hasta alterar la atmósfera. ¿Cómo? Los vientos que deben soplar de Este a Oeste a lo largo del Pacífico comienzan a debilitarse. Conforme va avanzando el calentamiento, los vientos se empiezan a debilitar más y más hasta que invierten su dirección. Cuando se da esta retroalimentación mutua entre el océano y la atmósfera, decimos que El Niño está plenamente establecido. Esta condición la estamos viviendo hace tres meses.
—¿Cómo impacta este evento en el clima?
—El resultado de este gran calentamiento en el Pacífico es que el clima regional se altera y las Américas no son la excepción. En América del sur, El Niño normalmente trae sequía en la parte norte del Caribe y Brasil e intensas lluvias en Argentina, Paraguay y parte de Chile. Los pronósticos para los próximos meses muestran que habrá un incremento de precipitaciones. Además, estamos viendo que El Niño está tomando dimensiones preocupantes. Hablamos de un Niño que si se sigue fortaleciendo puede llegar a ser comparable con lo que sucedió en el ’97-’98.
—¿Qué medidas se deben tomar?
—Hay que tener un mensaje muy claro en la comunicación. Existe consenso científico de que tenemos El Niño en pleno desarrollo y se está fortaleciendo. Es clave la coordinación entre los sectores (salud, recursos hídricos, agricultura, infraestructura) para la preparación de la respuesta y, por otro lado, entre los gobiernos nacionales y los locales. Un evento de esta magnitud pone a prueba los sistemas nacionales de prevención y respuesta. Es necesaria la cooperación internacional. Y eso requiere mucha coordinación previa. Cuando las cosas ya están encima, es difícil tener una respuesta coherente.