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Alberto F quiere (su) justicia

alberto fernandez 09282019
Imagen de archivo | El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández. | Noticias Argentinas

Los problemas sociales, económicos y financieros que le quitan el sueño a Alberto Fernández, si los electores ratifican el 27 de octubre lo votado en las PASO, son tan frondosos como urgentes de resolver. Sin embargo, no le obturan al candidato su idea de ocuparse casi personalmente de un par de problemáticas ajenas a esos incendios.

Una de ellas es la Justicia. Abogado e histórico profesor en la Facultad de Derecho de la UBA, desde donde promovió como jefe de Gabinete K a actores y actrices claves en juzgados y fiscalías, Fernández está decidido a meter mano en un mundo que hasta ahora ningún presidente conoce tanto como él.

Iniciemos el recorrido desde lo alto de la pirámide. El candidato del Frente de Todos tiene un interlocutor privilegiado en la Corte Suprema. Se trata del cordobés Juan Carlos Maqueda, habitual cultor del bajo perfil que no necesariamente buscará el estrellato. Tampoco la presidencia del tribunal, que seguirá en manos del viajero Carlos Rosenkrantz, por estas horas en España, y sin interlocutores de peso en un gobierno ya anémico de poder. O de influencia, que es lo mismo.

Hay quienes se hacen los rulos respecto de las visitas que el camporista Wado de Pedro hace a la Corte, en relación con la posibilidad de que sea el próximo ministro de Justicia. Pero en el Palacio de Tribunales lidera las apuestas para el cargo Marcela Losardo, la antigua coequiper de Fernández en su estudio jurídico y en la carrera estatal.

Así como por las oficinas albertistas de la calle México desfilan miembros del círculo rojo de diferente pedigrí, a la elegante vivienda que Losardo tiene en el country Mayling, en Pilar, han ingresado de manera incesante desde el lunes 12 de agosto representantes de la variopinta familia judicial. Influyentes y operadores, reales o sobreactuados, incluidos.

Comodoro Py se roba la atención en esos encuentros, con perdón de la metáfora. A nivel Cámara Federal, se analiza en el Mayling la salida de Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, impulsores de la doctrina que multiplicó las prisiones preventivas K. Pablo Bertuzzi, recién ascendido, está bajo la lupa.

El fiscal de Cámara Germán Moldes se anticipó a los problemas que iba a tener y ya renunció. Otros colegas seguirían el mismo camino, sea por motu propio o invitación. El ex alicaído Daniel Rafecas, auspiciado por Fernández como juez federal y que estuvo al borde de la destitución, ahora podría ir de procurador.

Claudio Bonadio, con la jubilación aprobada, tiene fecha de vencimiento. El Consejo de la Magistratura le mostró la ruta de salida. Y sobre Julián Ercolini también habría señales para que deje su despacho.

Aunque no vuelva Justicia Legítima ni haya reforma constitucional zaffaroniana, Alberto intuye que lo urgente no impide lo importante.