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Candidata Cristina

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La campaña que comenzó en Brasil. Lula con el gorro CFK 2023 y Cristina Kirchner con sus dos espadas: Wado de Pedro y Axel Kicillof la semana anterior en La Plata. | twitter/prensa cfk

La crítica que al gobierno de Alberto Fernández le hace el kirchnerismo omiten los condicionamientos que impone la realidad, estableciendo límites muy distintos a los que encontró en sus tres primeras presidencias. Tanto por el empobrecimiento que produjeron los cuatro años de Macri, como también los de la última presidencia de Cristina Kirchner donde el deterioro ya era evidente si no, no hubiera perdido la elección de 2015 contra Macri.

Sumado a que entre 2003 y 2013, una década completa, la oposición estaba totalmente fragmentada mientras que a Alberto Fernández le tocó gobernar con un Juntos por el Cambio quien aún en la derrota mantuvo un piso de 40% de los votos nacionales. Situación de poder bien distinta a cuando el opositor más votado en 2011 que fue Hermes Binner con solo 17% (el resto fue para Ricardo Alfonsín 11%, Alberto Rodríguez Saá 8%, Duhalde 6%, Altamira y Carrió 2% cada uno).

El vice de Cristina 2023 será candidato del kirchnerismo en 2027, porque allí ella no podrá ser reelecta

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La primera contradicción del análisis surge de si en 2019 Cristina Kirchner eligió para encabezar su fórmula a alguien con características distintas, porque a ella misma no le hubiera alcanzado para ganar o luego no hubiera podido gobernar, no habría que pedirle a Alberto Fernández que actuara como cristinista. 

Otra contradicción reside en que si desean que Cristina fuera candidata a presidenta en 2023, cuando ella misma evaluó lo contrario en 2019, solo sería posible porque los cuatro años de Alberto Fernández habrían operado como un período de transición beneficioso para la imagen de Cristina Kirchner y/o para el futuro económico del país que lo hiciera más gobernable.

Podrían argumentar solo esto segundo y en ese caso, que un futuro más promisorio no sería obra de Alberto Fernández ya que un contexto sin pandemia, ¿sin guerra?, con Vaca Muerta operativa más litio y minería, sería obra de la fortuna, pero aún en ese caso estarían reconociendo que la fortuna le fue esquiva al actual Presidente que le tocó liderar con constricciones  mayores.

Horacio Verbitsky sostuvo esta semana en Radio Perfil que Cristina Kirchner sabe mejor que nadie, que sin mejoras en la economía personal de los votantes, ningún candidato del Frente de Todos incluyendo a ella misma, podría triunfar en las elecciones del año próximo.

Pero es probable que la situación del Frente de Todos fuera llevando a Cristina Kirchner a que no le quedara otra alternativa que ser candidata aun sabiendo que vaya a perder. Presentaciones en escena como el acto de la semana anterior en La Plata si generara expectativas luego insatisfechas, terminarían dañando su relación con seguidores y funcionarios que dependen de ella para continuar.

Haber dicho “haré lo que tenga que hacer” y “todo a su medida y armoniosamente” indujeron a sus adherentes a interpretar que sería candidata. Expectativa con cierta lógica desde el campo político propio, porque si no se sienten representados por los modos menos decisionistas de Alberto Fernández, ni por la ideología más de “derecha” de Sergio Massa, le quedan Kicillof y Wado de Pedro, los dos únicos dirigentes que Cristina hizo subir al escenario en su acto de La Plata; y uno de los dos debe ser candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires.

Quizás la conformación del binomio presidencial K 2023 pueda terminar siendo –en esencia– inverso al de 2019. En lugar de Cristina de vicepresidenta con un candidato a presidente contemporizador, el año próximo se inviertan los roles y sea el vicepresidente quien debiera cumplir el papel contemporizador y en ese caso Wado de Pedro respondería a ese perfil muy adecuadamente.

Juan Grabois viene acompañando a Wado de Pedro en recorridas por distintas provincias desde hace meses y esta última semana estuvieron en Chaco y Corrientes abriendo la cuarta Asamblea por un Desarrollo Integral para una Argentina Humana y Federal. Grabois podría ser un candidato confrontativo complementario de alguien moderado.

Ese perfil tiene Kicillof con mucho más conocimiento y experiencia de gestión pública en los dos cargos más delicados del Estado después del de presidente: ministro de Economía y gobernador de la provincia de Buenos Aires. Kicillof parece el más lógico candidato a ir por la reelección en la Provincia que gobierna desde 2019 a pesar de que hay otros interesados con credenciales a ocupar su lugar. Hay versiones que asocian la aparición de denuncias de enriquecimiento ilícito de su ministro de Seguridad, Sergio Berni, con “fuego amigo” hacia el propio Kicillof.

Cristina con Wado de Pedro en el binomio presidencial y Kicillof encabezando la fórmula bonaerense parece un trío probable. De ser Cristina finalmente quien encabece la fórmula presidencial, de ganar, su vice no solo sería importante en el período presidencial 2023-2027 incluso como eventual reemplazante ante cualquier trastorno,  sino de cara al 2027-2031, dado que Cristina no podría ser reelecta en 2027 tras haber cumplido dos períodos consecutivos integrando el binomio gobernante.

La noche de la derrota definitiva de Bolsonaro en Brasil tras la segunda vuelta, Lula se puso un gorro que decía “Cristina 2023”, no hay ingenuidad a ese nivel de experiencia.

 

Continúa mañana en: Candidato Sergio