COLUMNISTAS
ORDENAR LA MACRO Y RESOLVER LA MICRO

Con las manos en la Massa

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La asunción de Sergio Massa como ministro de Economía renovó las expectativas políticas en el Frente de Todos que, sin duda, necesitaba de un relanzamiento profundo.

La ambición y actitud del actual ministro de Economía están fuera de discusión, baste recordar que él solo tomo la determinación de enfrentar al oficialismo en el año 2013, que se nucleaba en el FpV, enfrentarlo además en el distrito emblemático del peronismo y… ganarle por 12 puntos.

Cierto es que su trayectoria posterior fue declinante, a punto de tener que regresar al punto de partida, esta vez bajo la sigla FdT. Tras casi una década de intentar transitar la “amplia avenida del medio”, Sergio Massa, aun con su estilo diferencial, tomó la determinación de ingresar a uno de los polos de la polarización.

Pero todo esto ya es historia y la tarea que ahora mismo tiene por delante es compleja.

Hacia dónde van las coaliciones progresistas

Ordenar la macro, desquiciada tras la gestión combinada de Lacunza y Guzmán (solo por citar dos nombres emblemáticos de los dos últimos gobiernos) y, no menos importante, resolver la micro, en especial la notable regresividad distributiva heredada de las gestiones anteriores.

Al respecto, un reciente informe de coyuntura, el N° 38 de Cifra CTA, señala: “Uno de los hechos más notables de esta recuperación (del año 2021) fue la debilidad que encontró el proceso de recuperación de los salarios reales a pesar de la reducción del desempleo. La caída del salario promedio anual de los trabajadores registrados en el sector privado fue del 2,3% en 2021, en tanto que la de los no registrados fue del 7,1%. La perspectiva es negativa si se tiene en cuenta la aceleración del proceso de inflación en febrero y marzo de 2022 (4,7% y 6,7%, respectivamente). Bajo esas circunstancias, se acentúa la tendencia regresiva en términos de la distribución del ingreso que se inició en 2018. La caída en la participación de los asalariados en el ingreso fue del 48,0% al 43,1% entre 2020 y 2021, cuando en 2017 era de 51,8%. A la inversa, el excedente apropiado por los empresarios subió del 50,5% al 54,3% del PBI entre 2020 y 2021, cuando en 2017 era del 46,4%. Esto explica que la reactivación económica haya estado empujada por la inversión y, en menor medida, las exportaciones, mientras que el peso del consumo privado se desplomó a un nivel más bajo que el de la gran crisis de 2002 (61,8%)”.

Por otra parte, y para alentar la continuidad de la regresividad distributiva, los promedios anualizados de los salarios entre los meses de mayo de 2019 y 2022 según datos del Indec muestran notables pérdidas en el poder adquisitivo real en todas las categorías analizadas: privados, públicos, formales e informales, como lo muestra el cuadro adjunto.

¿Un crecimiento para tres o cuatro vivos?

Toda esta descripción es para reforzar la idea de que la crisis de ingresos es profunda y fue la responsable central de que el oficialismo perdiera más de 4 millones de electores en la elección de medio término. Votantes que, sin embargo, no fueron a engrosar el acumulado de la coalición neoliberal, sino que permanecieron en sus casas, fueron al voto en blanco o a otras opciones, preferentemente de izquierda, aunque en CABA también optaron discretamente por Javier Milei, en las barriadas más castigadas y pobres.

Reiteramos, la base electoral que en 2019 acompañó al FdT y no lo hizo en 2021 no quiere votar a la coalición neoliberal, no lo hizo en 2021 y no lo hará en 2023. La sociedad no se “derechizó” en absoluto, tan solo dio el mensaje claro de que con esta política económica y el nivel de ingresos que supone se incumplió el pacto electoral del año 2019, y no acompañó.

Es tan evidente este hecho que, por caso en La Matanza, el partido más extendido y emblemático de Buenos Aires, el FdT perdió en 2021 un total de 250 mil votos respecto al año 2019, de los cuales fueron a Juntos por el Cambio tan solo 19 votos.

Para volver a unir por abajo el quebrado FdT, se debe rediseñar la política económica, modificar paulatina pero claramente el patrón distributivo, mejorar los ingresos familiares y, entonces sí, como bien planteaba el presidente Alberto Fernández, “el que quiera hacerles creer que en 2023 estamos perdidos, ¡un carajo estamos perdidos!”, ¡estamos con las manos en la Massa!, estimados lectores de PERFIL.

*Director de Consultora Equis.