Viene de ayer: “San Pandemia, maldita pandemia”
En la columna de ayer se utilizó San Pandemia y no santa para mantener el uso del prominente economista del PRO que parafraseaba a San Remes, por Remes Lenicov, quien, con su huracán pesificador, había creado parte de las condiciones para el éxito posterior del kirchnerismo durante varios años. La pandemia, como la pesificación asimétrica de Remes Lenicov, puso la economía patas para arriba creando las condiciones para un eventual triunfo electoral de Juntos por el Cambio, piensan en el PRO quienes la creen “santa”.
Cerrar escuelas hoy es impopular: la verdad es una convención, es una intersubjetividad compartida
Santa o maldita, lo que nadie discute es que será muy relevante en términos electorales y, como informó en su edición de ayer en papel el diario PERFIL en primicia exclusiva, viendo que hasta Macri sacaba pecho pidiendo “abran las escuelas”, Alberto Fernández decidió forzar a los gremios docentes y ordenar la apertura de los colegios entre el 17 de febrero y el 15 de marzo en todo el país buscando no darle a la oposición un argumento ganador ni a Rodríguez Larreta el centro de la escena habiendo anunciado que en la Ciudad de Buenos Aires iban a comenzar las clases presenciales el 17 de febrero.
El incremento de los casos de coronavirus en el hemisferio norte con Europa y Estados Unidos a la cabeza o en el hemisferio sur con Brasil peor en enero que en junio y Argentina siempre mejor que Brasil pero en la misma tendencia de crecimiento, indica que sea con segunda o hasta tercera ola el coronavirus seguirá siendo el gran protagonista durante todo 2021, aun contando con el éxito de las vacunas que vengan a combatirlo, las que junto a la inmunidad de rebaño cercarían al virus recién en 2022.
¿Por qué se abrirían las escuelas este marzo si en marzo del año pasado estábamos mejor y se cerraron? ¿Por qué si en marzo de 2020 cosechaba aprobación que se cerraran las escuelas, Alberto Fernández llegó a acumular el 80% de positivas, y en marzo de 2021 sería impopular dejarlas cerradas cuando el número de casos es mayor?
Porque lo que cambió es la subjetividad, y lo que resulta verdadero o falso es siempre convencional, resultado de una intersubjetividad compartida. Y así como a la mayoría le resultaba lógico al comienzo de la pandemia responder al espanto del coronavirus pagando todos los costos que fueran necesarios –económicos, emocionales, sociales o intelectuales–, pasado cierto tiempo el orden de prioridades se invierte casualmente porque ya no queda resto económico, emocional, social o intelectual que consumir y en alguna medida el remedio termina siendo percibido como si fuera peor que la enfermedad. No necesariamente todos coincidirán, de la misma forma que cuando se decretaron las cuarentenas había quienes se les oponían, pero comienza a ser el pensamiento mayoritario.
La política trata de influir sobre esa subjetividad general y en la mayoría de los casos se limita a administrarla orientándola hacia sus propios fines, en este caso las elecciones de octubre, cuando la necesidad de mostrar logros económicos volverá a cobrar importancia.
El viaje del ministro de Economía Martín Guzmán a las distintas provincias parece indicar no solo el comienzo de campaña en ese sentido sino el comienzo de un proyecto político alrededor de su gestión. Si el “albertismo” resultara riesgoso para la perdurabilidad de la coalición gobernante, el “guzmanismo” podría ser una forma de caballo de Troya: mientras todos miran a Máximo Kirchner y su deseo de copar institucionalmente el PJ bonaerense y controlar a los intendentes, bajo el radar se produce otro fenómeno con los gobernadores.
¿Salen Carla Vizzotti y Ginés González García de la cancha y entra como “goleador” Martín Guzmán?
Con razón el presidente del radicalismo, Alfredo Cornejo, reclamó por haber mantenido abiertos los casinos y no los colegios asignándoles a los sindicatos de la educación corresponsabilidad. En noviembre la Organización Mundial de la Salud recomendó mantener los colegios abiertos en sintonía con la presión del ciclo lectivo del hemisferio norte: septiembre. Y para el comienzo del ciclo lectivo del hemisferio sur hubiera sido insostenible continuar con los colegios cerrados a pesar de que sectores sindicales aún lo condicionan a que sean vacunados, algo que será imposible para todos los trabajadores esenciales antes de marzo.
Además, en este segundo acto del coronavirus, versión 2021, todos terminaremos siendo trabajadores esenciales. El ministro Guzmán nos precisará produciendo. Pero él da el ejemplo: ayer anunció una inversión en el puerto de Mar del Plata, se prepara para viajar a La Rioja y la semana que pasó estuvo en Neuquén y Entre Ríos. ¿Ginés González García y Carla Vizzotti se corren del centro de la cancha y entra Martín Guzmán? “San Soja” a 520 dólares lo ayuda.