COLUMNISTAS

Los amigos de Raylan Givens

default
default | Cedoc

La muerte de Elmore Leonard me sorprendió con muchos de sus libros sin leer. En cambio, no me sorprendió el obituario de Guillermo Piro, un leonardista intenso al que le debo primero la curiosidad y luego la admiración por su obra. Piro explica que Leonard evitaba toda exhibición de virtuosismo y no quería ni necesitaba demostrar que “sabía espolvorear el orégano” de la literatura. De todos modos, me parece que Leonard era algo más que un narrador ingenioso, eficaz y elegante, que tenía sentido del humor, era adaptable al cine como pocos y sabía posar de duro en su particular variante del escritor viril americano.

Entre todas las transformaciones de Leonard a la pantalla, la serie Justified –una de las mejores de todos los tiempos– es la más afín a su espíritu. El guionista Graham Yost y su equipo desarrollaron los personajes con la colaboración del escritor y advirtieron que el marshal Raylan Givens daba para mucho más que lo que en otras manos podría haber sido apenas un personaje caricatural y de una pieza, “un cowboy que nació cien años después de su época”, como le dicen en Fire in the hole (2001), el cuento madre de la serie. Justified demuestra que con Leonard se puede hacer algo mejor que copiar los rasgos más obvios y efectistas de sus personajes, como han hecho el cine en general y Tarantino en particular, cuyos gángsters charlatanes son poco más que eso.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Raylan Givens aparece además en tres novelas: Pronto (1993), Riding the rap (1995) y Raylan (2012, la última que publicó). Leonard era muy diestro para inventar antagonistas, contracaras del héroe que le servían para practicar un juego de espejos, introducir la ambigüedad y la duda y diluir en la bruma de la historia (es evidente que Leonard estaba obsesionado con la historia) y de la psicología la nitidez sólo aparente de los conflictos. Un ejemplo de antagonista es Boyd Crowder, que compartió con Raylan la dureza del trabajo de minero en el atrasado y terrible lado Este de Kentucky para terminar del otro lado de la ley, convertido en un nazi muy particular cuyas posibilidades Justified puso en juego al revivirlo después de Fire in the hole. Entre Boyd y Raylan hay una mujer, lo mismo que entre Raylan y Harry Arno, el extraordinario protagonista de Pronto, que es una obra maestra. Este Harry es un levantador de apuestas de Miami que se quiere retirar en Rapallo, donde mató un hombre durante la guerra y donde también llegó a ver a Ezra Pound encerrado en una jaula. Harry y su obsesión con Pound son la mejor prueba de que la relación de Leonard con la literatura excedía el orgullo por narrar con sobriedad e inspiración. Leonard parece conversar con Harry, preguntarse por el misterio de una poesía que no alcanza a entender pero a la que no se le ocurre descalificar con argumentos populistas. Harry no entiende ni la poesía de Pound ni su colaboración con el fascismo ni su capacidad para vivir con la mujer y la amante bajo el mismo techo. Sin embargo, sabe que hay en el misterio de Pound una clave, no una que permite descifrar su vida sino comprender que las vidas no tienen clave y que el misterio es inevitable. Ese escritor era Leonard, que se escondía a la vista de todos, tan absurdamente como Harry Arno se refugia en Italia para escapar de la mafia.