Hace poco me acordé de una conversación que mantuve con un dirigente universitario cuando pretendía ser estudiante de la carrera de Letras. Con notable esfuerzo, mi interlocutor quería hacerme ver el funcionamiento de la política, el mundo y el movimiento de los astros a la luz de las verdades eternas del trotskismo. En un momento, algo cansado de su convicción de estar en perpetua cópula con el acierto, le pregunté si sus creencias habían sido confirmadas o refutadas en alguna parte del planeta. El sujeto me contestó: “¿Eh? ¿Ahora somos triunfalistas?”.
La aparición de Milei en el panorama político (me) evoca a una especie de trotskista de extrema derecha. Si su prédica y sus instrumentos para aplicarla resultan preocupantes, es precisamente porque nunca se confrontaron con experiencias a nivel de las naciones. Solo se conoce aquella que se trajo a colación en PERFIL, sobre una pequeña población norteamericana que adoptó el anarco capitalismo como modo de vida y al cabo de un tiempo todo terminó en la mayor de las catástrofes. La venta de la esperanza es un bien que cotiza mucho mejor que su resultado.
Como personaje, Milei es fascinante porque combina modalidad religiosa y cultura pop contemporánea. El cristianismo es una exitosa secta judía y el judaísmo una transformación al uso nostro de mitos babilónicos, asirios y caldeos que se esparcieron por Oriente Medio hace más de un par de miles de años. Milei, durante su período motosierra, combinó la épica de los nuevos dioses profanos del cine de terror –la motosierra es el instrumento de destrucción por antonomasia cuando la sangre salpica la pantalla– con el gesto vengativo de Moisés cuando bajó del Monte Sinaí con las tablas de la ley y vio que su pueblo adoraba al becerro de oro. Milei es a la vez Moisés, un Jehová vengativo y un adorador del becerro de oro, que ahora se llama mercado.
¿Por qué no habría de terminar gobernando este país alguien que se considera elegido por Dios en comunicación con un perro embalsamado, cuando buena parte de la humanidad cree en retornos mesiánicos, dioses que mueren y resucitan, dioses que son fuego, aire, eones, entidad una y trina?
