Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Minería, su titular, Eduardo Accastello en diálogo con PERFIL CÓRDOBA traza las ideas principales de la puesta en marcha de políticas transversales y de articulación, en torno a la participación de la mujer en todos los sectores productivos públicos y privados.
—Se reglamentó la ley que promueve la equidad en directorios de las empresas, que va en consonancia con la Mesa de Mujeres de la Córdoba Productiva. ¿En qué punto están de articulación con el sector privado?
—Una de las características del Gobierno provincial en general y de nuestro ministerio en particular es una fluida articulación con el sector privado en el diseño y ejecución de políticas públicas. Eso abarca también otros aspectos que no tienen que ver específicamente con lo productivo, pero que son importantes. Allí se encuentran las políticas de género. La articulación en este punto está en una etapa preliminar. Son cuestiones que se hablan en nuestras reuniones en todos los consejos público-privados que hemos creado durante 2020 y es un trabajo cotidiano de la Mesa de Mujeres de la Córdoba Productiva, que realiza su trabajo en una triple dimensión: por un lado dentro del ministerio, generando conciencia, capacitando y articulando entre las distintas áreas; una segunda dimensión, a nivel gubernamental, coordinado por el Ministerio de la Mujer y generando políticas que apuntan a promover una mayor participación de la mujer y poner en relieve el verdadero protagonismo de las mujeres emprendedoras, industriales, y empresarias de Córdoba. La tercera dimensión es la que realiza una articulación con el sector privado y con el resto de instituciones del sector público, como municipios, otros entes del sector público y con el Gobierno nacional. Es un trabajo que viene cumpliéndose de acuerdo a lo planeado y en lo que todavía resta mucho por hacer. La reciente reglamentación de Inspección de Sociedades Jurídicas, le dará un renovado impulso a la discusión y ejecución de esta temática tan importante para la vida de nuestra comunidad.
—El resumen ejecutivo dice que resulta necesario generar espacios intraministeriales que enfoquen y profundicen la mirada de paridad de género. ¿Qué tipo de vinculación han generado y en qué se traduce o traducirá?
—Este trabajo interministerial encuentra a nuestro ministerio trabajando bajo la coordinación y articulación del Ministerio de la Mujer. Dentro del ministerio tenemos un área que se llama Mesa de Mujeres de la Córdoba Productiva, un espacio dinámico, integrado básicamente por mujeres, pero también por varones que ocupan puestos claves en esta cartera. El trabajo incluye no solo una tarea de profundización de la mirada de paridad de género, sino un trabajo concreto de mentoreo, asistencia, acompañamiento y promoción de toda iniciativa productiva que tenga a una mujer como protagonista. En absolutamente todos los programas que el ministerio desarrolla, hay una mirada de paridad de género que se respeta a rajatabla. Para nuestro ministerio la mujer ocupa un lugar central en la vida productiva de Córdoba que, además, es un faro para el resto de la Argentina. En este tema, como en otros tantos que tienen que ver con la producción y el desarrollo institucional, Córdoba es pionera. Y uno de los temas en los que Córdoba también será pionera es en el diseño y ejecución de una Nueva Matriz Productiva Córdoba 2030. En ese trabajo de elaboración técnica y territorial, en la nueva visión productiva de Córdoba, en esa mirada de la Córdoba industrial, integrada y diversa, la mujer va a tener un rol preponderante. Tenemos mucha expectativa en ese trabajo que ya comenzó y que va a tener avances significativos durante el año 2021.
—¿Qué proyectos o programa están en marcha o prevén para 2021?
—Estamos llevando adelante la promoción de la participación femenina en las capacitaciones dictadas por la Secretaría de Comercio, que fortalezcan las capacidades emprendedoras, empresariales y comerciales, y la tarea de promoción ha sido exitosa, ya que la participación de las mujeres fue mayoritaria siempre. Fue este el caso de la capacitación en RNE y RNPA, con más de un 75 % de participación de mujeres, o en el Taller sobre Código de Barras, con más del 60 %. El e-commerce Lab también exhibió casi un 70 % de participación de mujeres. En los Premios al Comercio, respetamos un 50 % de cupo de mujeres premiadas. Esta misma impronta la hemos puesto en el desarrollo del Programa Hecho en Córdoba. El trabajo es permanente y cada vez vamos sumando más programas e iniciativas. Queremos que el tema se convierta en un sello de nuestra gestión, porque estamos convencidos de lo positivo que representa la participación de las mujeres en los espacios productivos.
Las más afectadas por la pandemia
—Para llegar al diagnóstico de los recorridos limitantes y diferentes entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo, ¿tienen alguna estadística al respecto sobre Córdoba? —No hay estadísticas contundentes, pero la evidencia que surge de nuestro trabajo cotidiano convalida esa afirmación. Claramente esta pandemia ha tenido dos víctimas principales, a quienes la pandemia ha golpeado con mayor intensidad: los trabajadores y trabajadoras informales, quedando más afectadas las mujeres. La pérdida de ingresos en los sectores informales ha sido enorme. Y en el caso de las mujeres tenemos evidencia de mayor pérdida de empleo y de poder adquisitivo y una muy superior recarga laboral. En este sentido, el trabajo en el hogar, el cual como sabemos no es remunerado, se ha intensificado. Por ejemplo: la falta de clases presenciales ha tenido a niñas, niños y adolescentes en sus hogares, con una necesidad de atención mayor por parte de las madres que son las que básicamente se han ocupado de seguir las clases virtuales, de su atención médica, su contención psicológica y afectiva, más todo lo que el referido trabajo implica en el hogar.