La madrugada del domingo 24 de agosto, la calma de Villa Allende Parque se rompió con una escena de violencia frente a un after clandestino conocido como “La Casita”. Pasadas las 8.30, un auto blanco embistió violentamente a una motocicleta y a varias personas en la esquina de Rincón de Luna y Arroyo Cabral, tras una pelea entre asistentes del evento.
Un video de una cámara de seguridad muestra cómo, en medio de gritos y gestos de un grupo de jóvenes, el vehículo acelera desde atrás y atropella a una moto en la que iban dos personas, que salieron despedidas varios metros. Luego impactó contra otra motocicleta estacionada y escapó del lugar sin detenerse.
Según relató un vecino a La Voz del Interior, la agresión fue consecuencia directa de una disputa que había comenzado dentro del boliche: “Discutieron adentro, siguieron afuera. Pelea va, pelea viene, entre el del auto y el de la moto. El del auto volvió y los chocó”.
Otro testigo, que pidió reserva de identidad, agregó: “Lo más grave es que después del choque no vino nadie a ayudar. Al contrario, los mismos organizadores del after se apuraron en sacar a los heridos y llevarlos a otro lado, para que no quedara registrado que todo pasó acá”.
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Vecinos de la cuadra coincidieron en señalar que al menos cuatro personas resultaron heridas, entre ellas los ocupantes de la moto atropellada y otra joven que también circulaba en motocicleta. “Al pibe de la moto lo subieron de prepo a un auto, estaba muy lastimado. Decían ‘sacalo de acá antes que llegue la Policía’. Es la misma historia de siempre, esconden todo”, se quejó un frentista.
Minutos después del choque, un joven de 19 años ingresó al Hospital Cura Brochero con traumatismos en el rostro y la espalda. Dijo haber sido embestido por un auto. Más tarde fue dado de alta, aunque no trascendió el estado de los demás lesionados.
Los vecinos también denunciaron que, tras el atropello, quienes estaban dentro del after se encargaron de “limpiar” la escena: “Guardaron los plásticos, los vidrios, hasta los restos de las motos. Querían que no quede ni rastro de lo que pasó. Hasta parecía que iban a barrer la calle”, ironizó uno de ellos.
Los antecedentes
El lugar donde ocurrió el hecho es conocido como “La Casita”, señalado por vecinos como un espacio recurrente de fiestas clandestinas. El pasado 5 de julio ya había sido escenario de un megaoperativo encabezado por el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y el Ente Municipal de Fiscalización y Control, tras detectarse un evento con más de 400 asistentes, entre ellos menores de edad.

En aquella ocasión se constató venta ilegal de alcohol, falta de habilitación comercial y graves riesgos de seguridad e higiene. Se secuestraron equipos y bebidas por $8 millones y se radicó una denuncia en la Justicia. Sin embargo, pese a las clausuras, el local volvió a abrir.
Reacciones y denuncias
El Ministerio de Seguridad anunció que ampliará la denuncia contra los organizadores y aseguró que los responsables tendrían vínculos con el clan Moyano, investigado por organizar fiestas clandestinas.
“Hace poco más de un mes realizamos un megaoperativo en este mismo lugar y denunciamos a los responsables ante la Justicia. No vamos a permitir que estos delincuentes, que se creen dueños de la noche, sigan atentando contra la paz social”, dijo Quinteros.
Los vecinos, por su parte, relataron que tras el atropello los organizadores retiraron a los heridos y limpiaron la escena antes de la llegada de la Policía. “Guardaron los vidrios, las motos, hasta parecía que iban a barrer la calle. Estamos cansados de llamar a las autoridades”, se quejó un frentista.