El concejal Juan Pablo Quinteros solicitó que se analicen los niveles de rentabilidad que informaron las empresas vinculadas al servicio de agua potable, todas pertenecientes al holding de Benito Roggio e hijos SA (BRH SA).
El detalle es relevante para replantear los términos de un futuro contrato con la concesionaria, teniendo presente la decisión política de traspasar la gestión desde la Provincia a la Municipalidad de Córdoba. Según la información brindada por cada una de las unidades de negocio, en los últimos balances aportados a la Comisión Nacional de Valores, los porcentajes de ganancias de Aguas Cordobesas y de Cclip SA superaron con creces los niveles del grupo.
En relación con la primera es la más conocida por su función. Cclip SA fue constituida en 2001 para prestar servicios vinculados a Aguas Cordobesas, en especial la medición de consumos, mantenimiento, refacción y ampliación de las redes de agua, gas, cloacas y comunicaciones. Según la descripción de sus funciones,sus clientes se encuentran principalmente en la ciudad de Córdoba y sus alrededores.
En 2006, tras la culminación del proceso de renegociación del contrato de concesión de Aguas Cordobesas con la Provincia, el grupo Roggio adquirió el paquete accionario mayoritaria también de esta empresa. Según los últimos datos informados a la CNV, Aguas Cordobesas registró una rentabilidad al 30 de junio de 2018 de 37,91% mientras que Cclip SA obtuvo 144,8%.
En los dos casos, las cifras son sensiblemente superiores a las informadas por el grupo en su conjunto, ya que BRH SA informó una rentabilidad de 9,44% al 30 de septiembre del mismo año.
Revisar números. En un comunicado de prensa, el legislador Quinteros sostuvo que es importante monitorear este ítem en particular porque desde 2005, cuando se renegoció el contrato por el servicio de agua potable a la ciudad de Córdoba, las tarifas que pagan los usuarios se han ajustado “por el simple hecho del paso del tiempo y la inflación con una fórmula polinómica que hoy no es representativa de la estructura de costos transcurridos 15 años, con todas las variaciones de precios relativos que existieron”.
El edil subrayó que “nunca se analizaron los ingresos de esta empresa para fijar las tarifas del agua, así como tampoco las ganancias en eficiencia que deberían trasladarse al menos en parte a sus usuarios, cuestiones básicas que cualquier organismo regulador de servicios públicos debiera haber tenido en cuenta a partir de lo que señala el cuerpo teórico más básico”.
Aportó un cuadro comparativo a partir de datos extraídos de los estados contables de grupo en su conjunto y de las dos firmas prestatarias de servicios relativos al agua potable. “Son los ratios de rendimiento expresados como el resultado neto de cada una de estas (el cual es extrapolado linealmente para cumplir con un período de 12 meses) con sus respectivos patrimonios netos”. El gráfico que acompaña esta nota demuestra la diferencia.
