Tal como lo preveían epidemiólogos, infectólogos y virólogos, la segunda ola de Covid-19 que azotó al país en general, y a Córdoba en particular, fue devastadora.
Los expertos anticiparon que la segunda ola sería más dura que la primera y ese vaticinio se cumplió y se vio reflejado en el alto número de casos, hospitalizaciones y muertes. Esa ola que tanto daño generó en la sociedad, parece haber quedado definitivamente atrás.
Luego de vivir momentos en que la situación pareció estar al límite del colapso sanitario, hoy el presente es totalmente distinto con un número muy bajo de casos y de internaciones. En las terapias intensivas se viven tiempos de cierto alivio que permiten distintos tipos de acciones, como la vuelta a la atención de patologías no Covid, distintas refacciones y, principalmente, la posibilidad de darle un descanso más que necesario al personal de salud.
PERFIL CÓRDOBA dialogó con referentes médicos de varios centros de salud, quienes contaron cómo viven este momento de cierta calma y contaron qué escenario anticipan para los próximos meses. Alejandra Álvarez, a cargo del departamento de infectología del Hospital Rawson, centro de referencia en materia Covid-19 en la provincia, contó que los casos bajaron de manera paulatina y en este momento hay algunos sectores que están vacíos, luego de haber atravesado jornadas críticas.
“Estamos empezando a respirar. La segunda ola fue muy dura, con el hospital trabajando al 100%. Eso no había pasado en la primera ola. Hubo días en los que no había dónde ingresar nuevos pacientes, a no ser que hubiera algún movimiento. Seguimos impactados por todo lo que vivimos”, aseguró.
La profesional reconoció que aun le cuesta tener una dimensión de todo lo que vivieron hasta ahora. “Los hechos fueron tan dinámicos y hubo una intensidad tan importante en la labor, en el trabajo y en lo emocional de cada sector, que fue una experiencia que nunca antes habíamos tenido. El tiempo es tan relativo que a veces nos cuesta tener la real dimensión de lo que hicimos. Estamos intentando hacer una lectura individual, grupal, colectiva”, agregó.
En las salas vacías del Rawson se están realizando mejoras, reparaciones y la puesta a punto para una posible tercera ola. Además, algunos sectores volvieron a recibir a pacientes infectológicos, una de las especialidades de la institución en tiempos prepandémicos.
Tiempo de descanso y de pruebas. El Sanatorio Allende también atraviesa momentos de mayor tranquilidad en materia de atención Covid. Fernando Riera, jefe del Servicio de Infectología de la institución, destacó el avance de la campaña de vacunación y contó que en los últimos 10 días no recibieron nuevas internaciones. “Da la sensación que la ola pasó. Teníamos todo un piso destinado a pacientes Covid, el cual ha quedado prácticamente sin ingresos. No llegan pacientes críticos nuevos y los que tenemos en terapia son pacientes crónicos de etapas anteriores”, destacó Riera y comentó que la baja en los ingresos permitió refuncionalizar camas para otras patologías. “No se bajan los brazos en los cuidados ya que nos encontramos con pacientes con pocos síntomas. Sabemos que hay circulación viral en la calle, pero ha bajado la internación de manera muy importante. Es un alivio para todos y creo que este es un buen momento de probar antivirales y tratamientos no tan masivos que nos den herramientas en la lucha contra el Covid pensando en el futuro”, señaló Riera.
Por último, Martín Cisneros, director Médico del Sanatorio Francés, comentó que actualmente son muy pocos los ingresos de pacientes Covid y son muchos los que se van de alta. “Obviamente hay algunos pacientes que no superan la enfermedad cuando llegan muy graves”, explicó Cisneros. “Llegamos a tener todas las camas ocupadas, tantos las críticas como las de piso, y hoy tenemos solo dos pacientes internados en terapia”, puntualizó. “Se habló mucho del agotamiento del personal de salud y eso se notaba en situaciones del día a día. El personal que atiende pacientes Covid trabajó de manera constante, muchos no se pudieron tomar vacaciones y ahora pueden hacerlo. Eso ayuda mucho desde lo mental y lo físico”, completó.
“No hay que relajarse”
Los tres profesionales consultados se mostraron muy cautelosos respecto al futuro. A pesar de que la segunda ola parece haber sido superada, el temor a Delta se hace sentir y la consigna es “no relajarse” en ningún centro de salud, ya que la situación puede cambiar en un breve lapso. “Si en todo el mundo Delta está haciendo estragos, lo mismo puede pasar en nuestro país”, aseguran los profesionales que destacan que frente a la amenaza latente de esta variante, localizada por primera vez en India, es clave el descanso que el personal de salud pueda recibir en esta etapa.
