El lunes por la tarde Alan Amoedo manejaba alcoholizado un VW Vento 2.5 color gris, cuando chocó de atrás a dos autos que estaban detenidos en la banquina. Como resultado del impacto, murieron Sol Anahí Viñolo, de 29 años, y Rodrigo Agustín Burgos, de 31 años. En tanto que Fernanda Guardia, de 33, logró sobrevivir, aunque con serias consecuencias y heridas en sus piernas. Permanece internada en el Hospital de Urgencias y en las próximas horas será sometida a una cirugía. Los familiares y amigos iniciaron una campaña para recolectar fondos, ya que necesitan comprar unas prótesis y la familia no cuenta con obra social.
Pruebas. Amoedo, permanecerá detenido e imputado por el delito de homicidio culposo agravado, reiterado por el número de personas, y de lesiones culposas. El fiscal Tomás Casas, a cargo de la investigación, espera los resultados de dos pericias claves. Una para reconfirmar el dosaje de sangre realizado por la policía en el lugar del accidente, que arrojó 2,07 de alcohol en sangre, casi cuatro veces más de lo permitido, pero también para saber si había consumido alguna droga.
Y el otro dato importante, es tener el registro sobre la velocidad a la que circulaba. Si bien los datos de esta última pericia no están, algunas fuentes consultadas afirman que todos los testimonios aseguran que circulaba a “muy alta velocidad” y estiman que el vehículo iba a más de 100 km por hora.
En medio de la tragedia y el dolor irreparable de los familiares, la Justicia también intenta establecer si las imágenes que circularon, en las que el conductor se muestra tomando cerveza arriba del auto, son del mismo día del accidente. Además, los peritos de accidentología vial trabajan en otro elemento que podría complicar la situación judicial de Amoedo. Algunos detalles técnicos y mecánicos podrían dar indicios de que el auto estaba “tuneado”, es decir preparado para correr picadas.
Posible condena. Por el momento no está prevista una modificación en la imputación. En caso de ser condenado y si eventualmente se consideran los agravantes por manejar alcoholizado y el exceso de velocidad, podría recibir una condena de hasta seis años de prisión.
Desde hace años, familiares de víctimas en accidentes de tránsito de similares características a este drama, exigen que se aplique la figura penal del homicidio con dolo eventual, que tiene una pena sustancialmente más elevada. Según el Código Penal, esta figura tiene una escala que va desde un mínimo de ocho años, a un máximo de 25.
Números. Según estadísticas de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, durante 2020 en la Argentina murieron 4.986 personas en accidentes de tránsito y en Córdoba la cifra es de 275 personas fallecidas.