Parece que las aguas en el peronismo cordobés empiezan a aquietarse. Sobre todo, en la cúpula, en lo más alto de la pirámide, allí donde las cosas se resuelven siempre entre Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota. El jueves por la tarde, cuando la foto del exgobernador junto a Facundo Moyano empezó a viralizarse en las redes sociales, un alto funcionario de El Panal soltó una frase como para graficar el presente del vínculo entre ambos popes. “Si hay algo que tiene que quedar claro es que la relación entre De la Sota y Schiaretti, no se va a romper. Nunca”, dijo el dirigente del peronismo cordobés, mientras se recostaba en el cómodo sillón de su despacho y veía la foto del viejo caudillo con el hijo del sindicalista. La charla apuntaba, también, al encuentro que horas después se daría en uno de los salones del Centro Cívico, con Schiaretti de anfitrión y el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, como invitado con honores. ¿Habrá foto entre los dos referentes del peronismo en las próximas semanas?
¡Calma, radicales!
La interna del radicalismo que se anunció en la primera parte de la semana pero que se había resuelto buen tiempo antes, sigue siendo el comentario en los bares cercanos a la casona de Nueva Córdoba en los que se habla de política. Tal como se venía barajando, el intendente Ramón Mestre asumió la presidencia del Comité Provincia, y tanto Oscar Aguad como Mario Negri, dos de sus principales rivales dentro de la UCR, pusieron referentes suyos en la vicepresidencia y retuvieron los cargos de delegados en el partido a nivel nacional. Ellos, junto al histórico Carlos Becerra. El problema que los caudillos radicales enfrentan ahora es el reclamo por el cupo femenino, deuda histórica del partido que fundó Leandro N. Alem. Ninguno de los tres quiere amagar con dar un paso al costado, pero adentro del partido, quieren erosionar al ministro de Defensa nacional. “Sacó mucho y hace bastante que está más cerca del PRO que de nosotros”, se escuchó el martes por la noche con los anuncios de los cargos.
Sintonía fina
Ocurrió el viernes, mientras concluía el acto que en El Panal encabezaron los gobernadores Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey. Al costado, casi como para no interrumpir el trabajo de los periodistas con el salteño, se produjo una distendida charla entre el Secretario de Comunicación y Conectividad, Manuel Calvo, con el senador catamarqueño, Dalmacio Mera, primo hermano del gobernador de Salta. Los jóvenes peronistas se conocen desde hace años y fueron parte de la comitiva de veedores que sobre el final del año 2016 presenciaron la elección de Donald Trump en Estados Unidos. De allí, el buen vínculo entre el oriundo de Las Varillas y el catamarqueño hijo de Julio Mera Figueroa, el exministro del Interior de la primera etapa presidencial de Carlos Saúl Menem.
Respaldo delasotista para Accastello
Mientras Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota, siguen analizando su acercamiento, segundas líneas de ambos empiezan a mover las fichas en el complejo tablero del peronismo cordobés. Una zona liberada por el momento parece ser Villa María, donde los locales, el intendente Martín Gill y su antecesor Eduardo Accastello, ya afilaron las garras para la batalla que quieren disputar en 2019: la intendencia villamariense. Lo cierto es que, mientras esa margarita se comienza a deshojar, hace 15 días pasó un delasotista y posó sin problemas con Accastello, a diferencia de lo que había ocurrido cuando el oriundo de Villa Nueva le “robó” una foto a Schiaretti. En esta ocasión, el que se acomodó y sonrió para la foto fue el legislador provincial Daniel Passerini, el alfil que impulsa De la Sota para la intendencia capitalina. “En Villa María, ‘el Gringo’ prefiere a Gill, pero ‘el Gallego’ va con Accastello. Los dos tuvieron siempre buena relación”, se le escuchó decir a un peronista paladar negro que no descarta al actual intendente de compañero de fórmula provincial de Schiaretti el año que viene para descomprimir la interna del departamento San Martín.
Mi hijo, el asesor
El municipio de Capilla del Monte fue uno de los más convulsionados en el último tiempo. Con un cambio en la gestión, hubo elecciones a finales del año pasado, y dejaron a cargo del Ejecutivo al radical Gabriel Buffoni, hombre muy cercano al diputado nacional Mario Negri. Lo que se conoció en los últimos días, sin embargo, no involucra a ninguno de los dos, sino al hijo de otro histórico dentro de la UCR: el constitucionalista Antonio María Hernández. El hijo de “la Tuta” es asesor del gobierno en Capilla del Monte. Antonio María, al igual que su padre, es un destacado abogado pero en el fuero penal, y sería quien está tratando de acomodar las demandas que recibió el municipio de Punilla en el último tiempo. Hasta ahora habría conformidad con el desempeño del joven letrado y los resultados podrían empezar a verse en lo inmediato.
Se suma uno
El martes pasado se conoció otro pase a la filial cordobesa de las 62 Organizaciones y que venía armándose desde hace semanas: el lucifuercista Gabriel Suárez firmó la incorporación de su gremio a la organización sindical que conduce Ricardo Moreno. Podría haber más ingresos y de esto, varios empiezan a tomar nota.