El mapa que quedó de la ciudad de Córdoba, tras la victoria de Daniel Passerini en la elección para intendente, es muy parecido al que vimos hace un mes, cuando se consagró a Martín Llaryora como gobernador.
Pero tiene interesantes cambios, sutilezas que muestran, de algún modo, el trabajo en campo que hicieron los funcionarios y dirigentes justicialistas para recuperar o mantener algunos bastiones.
Los cordobeses habilitados para votar eran 1.131.148, pero sólo concurrieron a las urnas casi 679 mil electores. Es decir que cuatro de cada diez ciudadanos no ejercieron su derecho a sufragar. Quedará para más adelante el debate para saber qué o quién desmotivó o no pudo atraer a más votantes a las escuelas el domingo pasado. El 60% de participación quedará, por ahora, para la historia triste de la democracia, siendo el nivel más bajo de participación en una elección.
Hacemos Unidos por Córdoba logró una contundente victoria por casi 8 puntos en las urnas.
La preocupación fue siempre la cantidad de votantes. Se estimaba que, a más cantidad de votos, se consolidaba la victoria de Daniel Passerini. El poco movimiento hizo tambalear la fe de muchos.
Passerini: “Sabíamos que íbamos a ganar”
Pero al final, las buenas noticias para HUxC fueron más que las malas. Se recuperaron dos barrios claves: Arguello Norte y Observatorio. Además, con buenos caudales de votos ambos.
El Eje del triunfo
Comencemos por la seccional 10G, conocida como Observatorio. Allí fue la primera gran batalla ganada por el oficialismo. Menos de 30 votos definieron esa seccional y podríamos decir que dos escuelas fueron clave, porque las demás tenían un virtual empate. Por un lado, el establecimiento educativo Nicolás Copérnico en donde ganó Daniel Passerini y, por otro lado, el colegio Bioy Casares que fue con de Loredo. El saldo de esas dos son apenas 25 sufragios.
En zona norte, lugar de residencia del candidato oficialista, se apuntaron varios cañones. Sabían que en muchos sectores de la 14 ganar era una utopía. Villa Belgrano, Urca, Cerro de las Rosas, Villa Warcalde están edificados en voto radical o “amarillo”, pero intentarlo podría generar que uno de ellos se revierta.
Fue Argüello Norte el centro de operaciones y uno de los barrios que más votos concentran. Allí, se demostró que fue una elección completamente diferente. Las urnas se volcaron a HUxC, dejando muy atrás al candidato de JxC, que apenas 30 días antes lo considera territorio propio.
Los sectores que valoraron los cambios y las reformas en sus barrios fueron los mismos que ya habían ayudado a consagrar a Llaryora como gobernador: Villa El Libertador y Villa Azalais, claves para quien busque ganar en alguna elección. Como diría Luis Juez: “La matanza cordobesa”. Todos azules, y con altos niveles de apoyo a la fórmula oficialista.
La diferencia a favor de Passerini se puede concentrar en estas seccionales: la 13J (V. Azalais) fue superior al 17% y en la 10L (V. El Libertador) abrumadora, son escuelas en donde 40 puntos separaban a los candidatos.
También se celebró, el bunker de HUxC los buenos resultados en San Vicente y en algunos barrios de la sexta, que quedaron detrás del radical, pero acortando mucho las distancias.
El centro y Nueva Córdoba
La seccional primera, el centro de Córdoba fue para Juntos por el Cambio, pero en la escuela nacional del Monserrat logró ser arrebatada por Hacemos Unidos por Córdoba. Un dato no menor, es el resultado de la “segunda”, que fue retenida por el radical pero con un margen mínimo.
De Loredo: Los hice venir al pedo
Las seccionales tercera y cuarta quedaron en manos de Rodrigo de Loredo. Nueva Córdoba consolidó uno de los lugares en donde se confirma la preferencia por el joven dirigente radical, pero el nivel de participación fue menor al índice general, rondando el 50%.
Inaudi fue la nota en el cuarto distrito capitalino. El trabajo de los funcionarios y dirigentes barriales se hizo nota y lograron recuperarlo a manos del oficialismo y arrebatarla del candidato de Juntos.
Quedándonos en la cuarta, y moviéndonos a “Villa Revol”, de Loredo superó siempre por amplio margen a Passerini, sacándole más de 40% en muchas escuelas, pero con un oficialismo que no bajó nunca del 40%, es decir, que pese a sacarle una distancia considerada, el caudal de votos de la segunda fuerza fue alto, asentando la polarización en la elección.
Una de las notas de la jornada fue la seccional de Ayacucho, en la escuela Sánchez de Caldelari el nivel de participación fue del 89,19%. Casi rozando los mejores índices históricos de la ciudad. Allí ganó de Loredo.
Los countries
La zona de countries del sur fue afín al radical. Más del 50% lo eligió. Al igual que los barrios cerrados del noroeste de la ciudad. En algunos casos, De Loredo alcanzó el 75%
En la seccional de Valle Escondido, lugar en donde vota el actual gobernador Juan Schiaretti, es un marcado centro anti justicialista. Desde hace varios años que sus preferencias no cambian.
Aquí, el nivel de participación es tan inalterable como el voto. Este domingo fue diferente. Al igual que en el resto de los barrios pocos fueron a votar generando que se reduzca el caudal de votos del radical de evolución.
