El entramado de firmas autopartistas y metalmecánicas que dependen —y mucho— del ritmo de trabajo de las terminales ya comenzaron a ejecutar planes de inversión. Por caso, empresas como Prodismo, Famma y Fumiscor ya instalaron líneas de robot de soldaduras y estampado que comenzarán a usarse para el armado de las pick-ups de Nissan, Renault y Mercedes. Famma, dedicada a la producción de autopartes estampados y conjuntos soldados grandes, comenzó a ejecutar una fuerte inversión para duplicar su capacidad instalada, adquirir maquinaria de estampado y robotizar sus lí- neas. Solo esa firma generaría 150 nuevos puestos de trabajo. Fumiscor, en tanto, que fabrica autopartes, estampados pequeños y medianos, conjuntos soldados y pintados, trabaja para adecuar su nave industrial y su infraestructura y adquirir dos nuevas líneas de estampado y de soldadura. En su caso, sumaría 40 puestos.
Realidad bipolar. Con todo, desde el sector reconocen que el aumento en la actividad y la aparición de nuevas inversiones se focalizó en las firmas que lograron sumarse a los nuevos proyectos. La actividad, en general, espera por el repunte amplio que llegaría a mediados del 2018 cuando comiencen a producirse los nuevos modelos. Además, hay cautela por el reemplazo de modelos que tenían gran cantidad de piezas nacionales. “Estamos trabajando en proyectos grandes, gracias a la Ley de Fortalecimiento del sector autopartista. Las matricerías están saturadas por los nuevos modelos de pick-ups. Pero fuera de esos proyectos el trabajo se ha ido a pique porque se han dejado de fabricar varios modelos de autos con altos niveles de fabricación nacional de piezas”, reconoció Isabel Martínez, presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba.
En ese sentido, señaló que una de las prioridades será pedir que se controle el cumplimiento del valor mínimo de un 30% de piezas nacionales en los nuevos modelos. “Los modelos que están dentro de la Ley de Fortalecimiento tienen que tener un 30% de integración local como mínimo. Algunos modelos alcanzan ese porcentaje, otros tienen muy baja integración y hay empresas que están analizando si van a entrar a la ley o no”, contó Martínez.
