En el marco del 14° Coloquio de la Unión Industrial de Córdoba hubo discursos encendidos –como el del presidente de la entidad anfitriona reclamando por reformas de fondo y advirtiendo que no va a tolerar corruptos-, otros con foco en la gestión –como el propio de Schiaretti- y algunos en clave más electoralista, como los que esgrimieron Horacio Rodríguez Larreta y el radical Facundo Manes. Lo que pasó abajo del escenario también tuvo su color. Como el diagnóstico que dejaban circular los industriales cordobeses de que solo un amplio frente opositor puede generar un cambio en el management de la administración nacional.
Pero el acercamiento entre dirigentes de Juntos por el Cambio y, por caso, referentes del peronismo “republicano” sigue teniendo sus grises, sus bemoles y nada parece muy claro. La foto que se sacan hoy queda vieja tras un par de comentarios o críticas agudas que llegan de uno u otro lado de esos sectores. O incluso hacia adentro de cada uno de esos sectores.
Sobre las posibilidades de generar un bloque común para cuestiones centrales para el sector privado del interior, como son las retenciones, Perfil Córdoba dialogó con el ministro de Agroindustria de la provincia, Sergio Busso. Y en sus expresiones volvió a reflejarse la distancia que hay entre las facciones opositoras.
-¿Qué balance hacen en la Provincia sobre el dólar soja?
-El dólar soja fue una medida que tomó el gobierno nacional desde el punto de vista de necesitar los recursos que el sector productivo puede aportar y está claro que cuando el productor tiene estímulos e incentivos reacciona. Obviamente, más allá de que no se lo dijo así, fue una devaluación por un mes y por eso se reaccionó así. Ahora, son medidas fiscalistas no es una estrategia productiva. La verdad que el país necesita una macro economía más estable, previsible. Se acabó eso (la medida del dólar soja) y ahora cómo hace el productor para vender, a cuánto va a vender. Y también es cierto que al Estado le ha costado muchísimo, porque para pagar ese dólar soja a $200 tuvo que emitir y eso genera más inflación.
Creo que es una muestra muy clara de las improvisaciones que se hacen, necesitaríamos tener reglas de juego claras, previsibilidad y dejar de ponerle el pie encima al productor.
-¿Hay margen para una pelea legislativa para una reducción de Retenciones?
-Totalmente. Me das pie para decir algo que se quiere naturalizar. Muchos lo naturalizan porque los que no la sufren plantean que no se pueden bajar porque hay mucha desigualdad y el país necesita tener estos recursos. Pero lo que no se dice es que los derechos de exportación que están en Argentina hace mucho tiempo tienen pocos ejemplos en el mundo. Los países que no tienen retenciones a las exportaciones del agro les va distinto, tienen menos pobreza, ni tanta desigualdad.
No hago un planteo demagógico, creo que hay que discutir y sancionar una ley que vaya con una reducción gradual de las retenciones para la soja, en plazos que se pueden discutir, 5, 8, 10 años. Y bajar rápidamente las retenciones a otros productos. Que un tambero de Córdoba tenga que pagar retenciones es un despropósito, se está penalizando a una economía regional.
Esta construcción con la oposición se puede hacer tranquilamente. Si Juntos por el Cambio, junto a nuestros legisladores y otros diputados de otras provincias tienen mayoría, se podría sancionar ahora.
-¿Y por qué no se avanza entonces?
-Creo que se está especulando porque no quieren perder los recursos en caso de que sean gobierno.
-¿Eso están viendo realmente?
-No encuentro otra explicación porque cuando vos le preguntas a cualquier representante de Juntos por el Cambio, a cualquier candidato presidencial te dicen que no están de acuerdo con las retenciones. Por qué no les dicen entonces a sus diputados que voten favorablemente este proyecto u otro proyecto que están planteándose en el sentido de eliminar las retenciones. Creo que muchos hablan una cosa y después actúan distinto. Generalmente dicen que quieren un país federal pero siguen teniendo empresas como Edenor, Edesur o Aysa que monopolizan todo. Una cosa es el discurso y otra la acción. Lo que realmente piensa una fuerza política se ve en la acción, no es lo que dicen.