En un comunicado emitido por los bloques que conforman los 11 diputados del Interbloque Federal –integrado por los representantes cordobeses de Hacemos por Córdoba, Carlos Gutiérrez, Alejandra Vigo, Claudia Márquez, Paulo Cassinerio; también el salteño Andrés Zottos; los santafesinos Luis Contigiani y Enrique Estévez y, por último, Alejandro ‘Topo’ Rodríguez, Eduardo Bali Bucca, Graciela Camaño y Jorge Sarghini de Buenos Aires– pidieron que se trate la prórroga de la ley.
“A finales de diciembre del año pasado, en la Cámara de Diputados de la Nación llegamos a un acuerdo: tratar la prórroga de esa ley de Biocombustibles durante el mes de enero de este año. Pero ese acuerdo, que es un compromiso institucional, no se está cumpliendo. La ausencia de explicaciones y el incumplimiento de los compromisos generan incertidumbre, socavan la confianza, al extremo de poner en riesgo las fuentes de trabajo que se han creado en estos años y las inversiones realizadas”, reclamaron.
En otro tramo del comunicado los legisladores recordaron que “hace menos de tres meses, el Senado de la Nación aprobó por unanimidad la prórroga del Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles (ley 23096).
Este apoyo incluyó a todos los senadores de las denominadas provincias petroleras, nucleadas en la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos, que acompañaron el proyecto con su voto afirmativo”. Y agregan: “En esa oportunidad, la norma fue ponderada como una verdadera política de estado, que luego de 15 años de vigencia permitió impulsar la producción regional con valor agregado, el trabajo y el cuidado del ambiente”.
Lectura. Desde el interbloque federal afirman que “hay intereses muy claros por parte de la industria petrolera que están obstaculizando que se prorrogue la ley, porque establece los procesos de corte, es decir, los porcentajes en que los biocombustibles tienen que intervenir en la conformación del litro de nafta para el consumo final”.
“Se trata de una ley estratégica, no solo de promoción, porque responde a la sustitución progresiva de la matriz fósil por la matriz verde, por lo que ir en contra de esto es ir en contra del desarrollo al que apunta el mundo”, señalaron y agregaron que “esta industria favorece al federalismo y a las economías regionales, como el maíz y la caña de azúcar, entre otras, para la producción de biocombustibles”.
En este sentido, desde el interbloque advirtieron que la producción de biocombustibles “es un ejemplo de agregado de valor, algo de lo que mucho se habla, pero que poco se aplica. Constituye también un modelo de federalismo productivo y generación de arraigo, por su impacto en las economías regionales, y contribuye de manera decisiva al cuidado del ambiente.
Por otra parte, justifican que la incorporación de insumos de origen vegetal no altera el costo final de los combustibles y que, de ser necesario, “un incremento en la producción de biocombustibles puede sustituir con eficiencia eventuales necesidades de importación de combustibles”. “Exigimos el inmediato cumplimiento del compromiso para tratar la ley de Biocombustibles. Que se haga, como corresponde, atendiendo a las opiniones de todos, pero sin ceder a la presión de nadie”, concluyeron.
Soledad Romero García