En el expediente donde se investiga el funcionamiento presuntamente irregular de financieras en Villa Belgrano, el miércoles el fiscal federal Carlos Casas Nóblega pidió el procesamiento por lavado de activos de origen delictivo de Martín Azar, su esposa Agustina Cherro de Miguel, en calidad de coautores, y de la contadora, Dina Noemí Castillo, y el operador de Bolsa, Gonzalo Gómez Pizarro, como partícipes necesarios.
El hecho está referido a un millonario giro de fondos de origen ilícito que realizaron entre abril y julio del año pasado, desde cuentas de Estados Unidos a la Argentina, con el objetivo de cancelar deudas con Afip y así aliviar la situación fiscal de Azar.
Fue detectado durante la instrucción de la causa principal de las financieras de calle Laplace al 5400. Un dato no menor es que por entonces, uno de los sindicados como jefes de las financieras, Martín Azar, estaba detenido en la cárcel de Bouwer.
La hipótesis del fiscal es que ingresaron al país $26,3 millones a través de transferencias internacionales. Se trataría de dinero de origen ilícito porque sería producto de la actividad financiera ilegal por la cual están procesados en el mismo expediente, junto a Diego Sánchez y otras personas. El dinero estaba depositado en cuentas offshore en el Bank of America, de Estados Unidos, a nombre de Martin Azar. Eran US$ 300 mil.
Para ingresarlos al circuito financiero local, habrían contado con la colaboración de la contadora Dina Castillo y del presidente de la sociedad de bolsa Argentina Valores SA (Avsa), Gonzalo Gómez Pizarro, cuyas oficinas se encuentran en la Torre Capitalinas.
Cronología de la transferencia. Según las constancias incorporadas al expediente, el 26 de marzo del 2020 Agustina Cherro, por indicación de Castillo, abrió una cuenta comitente en Avsa como monotributista con ingresos declarados por $1 millón y un patrimonio neto de US$300 mil, pero “sin acompañar documentación” que los justifiquen.
Días después, apareció el nombre de Martín Azar, por entonces detenido en Bouwer, en dos transferencias desde la cuenta en el banco norteamericano a otra a nombre de su esposa por US$150 mil cada una. De ahí en más, Agustina Cherro habría encargado a Castillo y Gómez Pizarro que realicen operaciones financieras de contado con liquidación y MPE para ingresar el dinero al sistema bancario argentino, lo que se concretó en junio del año pasado.
Para ello se movieron las divisas norteamericanas a diferentes cuentas hasta convertirlas en acciones americanas y luego argentinas para poder venderlas en el mercado local.
La maniobra aparentemente inconsistente fue detectada por el BBVA Francés al recibir transferencias por los $26,3 millones que fueron utilizados para cancelar pagos al fisco.
El fiscal consideró que la contadora Castillo colaboró porque emitió una “certificación contable sobre la declaración jurada de origen de fondos falsa, toda vez que la misma no se basó en documentación de respaldo idónea que permita justificar realmente la licitud de esos fondos”. Agregó Casas Nóblega que Azar y Cherro de Miguel no poseían otro ingreso de carácter formal o declarado, más que las maniobras ilícitas imputadas en el expediente.
En cuanto a Gómez Pizarro también le reprochó que “ni se preocupó por el origen de los fondos, y por lo tanto no requirió justificación (…) ni al inicio ni durante los más de cuatro meses que duró la única relación comercial con Cherro de Miguel, salvo cuando se vio apremiado por el obrar diligente del Banco Francés”.