En los Tribunales de Cruz del Eje comenzó a ventilarse el juicio por el asesinato de Joaquín Paredes, ocurrido el 25 de octubre de 2020, cuando fue víctima de un disparo en medio de una represión policial en Paso Viejo. Casi tres meses antes había ocurrido el crimen policial de Blas Correas en Córdoba capital.
Por el caso hay seis policías acusados, de los cuales sólo uno está detenido: se trata de Maykel Mercedes López, imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Es el agente que habría disparado y ocasionado la muerte de Joaquín.
Los otros cinco policías están en libertad. Uno de ellos, Alberto Daniel Sosa Gallardo, responde por el presunto delito de amenazas calificadas con una escopeta. Los otros cuatro, Ronald Nicolás Fernández Aliendro, Enzo Ricardo Alvarado, Iván Alexis Luna y Jorge Luis Gómez, están imputados como supuestos autores de los delitos de abuso de arma agravado e incumplimiento en los deberes de funcionario público.
Intenso primer día
La primera audiencia estaba prevista para el 30 de mayo, pero la Cámara del Crimen de Cruz del Eje decidió postergarla para el 24 de julio para acondicionar las salas dispuestas para el juicio.
Sin embargo, en este primer día hubo demoras para transmitir el debate a la sala contigua donde se ubicaron los familiares de las partes involucradas y la prensa. También hubo reproches por el deficiente audio y la falta de conectividad a Internet para la cobertura periodística.
Una vez iniciado el juicio, el Tribunal rechazó el planteo de un abogado defensor sobre una incompetencia de los jurados populares para juzgar el delito que se le imputa a su representado.
Seguidamente, la fiscal de Cámara, Fabiana Pocchetino solicitó que, salvo el policía Sosa Gallardo, acusado por amenazas, los otros cinco agentes sean juzgados por homicidio calificado, calificación legal con la que el fiscal Raymundo Barrera elevó la causa a juicio tras la aprobación del Juzgado de Control, y que luego atenuó la Cámara de Villa Dolores.
El Tribunal también rechazó este planteo por considerarlo “improcedente”. Pochettino expresó su desacuerdo, pero aceptó la decisión.
Tres hechos en una noche violenta
Durante las 15 audiencias previstas para el juicio se buscará encontrar las responsabilidades por la muerte de Joaquín y por las heridas de bala que sufrió un amigo suyo durante la represión policial.
El requerimiento de citación a juicio establece en el escrito tres presuntos hechos sucesivos que se develarán durante el debate: el más importante es el segundo hecho cronológico que refiere a la muerte del adolescente; el segundo, de gravedad (tercero en la cronología de esa trágica noche) es el referido a los disparos de los policías contra otros jóvenes desde la subcomisaría de Paso Viejo; y el tercero describe a la amenaza con una escopeta que el subcomisario Sosa Gallardo habría hecho en perjuicio de los adolescentes en la plaza del pueblo.
Encerrona
En la presentación de la causa, la fiscal Fabiana Pochettino consideró que el crimen de Joaquín ocurrió luego de que los agentes acusados actuaran de forma “desmedida y violenta, desoyendo las formas previstas para el accionar policial para proteger a los ciudadanos”.
Y agregó que los uniformados esa noche armaron una “encerrona” con tres móviles policiales para montar un operativo con el fin de desalojar a los adolescentes de la plaza en la que estaban festejando un cumpleaños. “No hubo más muertos porque los policías no saben tirar. Fue doloso, tuvieron la intención de matar y los chicos no se pudieron defender”, dijo.
Cabe recordar que en aquella fecha todavía regían disposiciones y restricciones de movilidad por la pandemia de Covid-19.