La salud es la prioridad y la competencia no se reanuda. Lo dijo el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, para despejar cualquier tipo de especulación sobre la vuelta del futbol.
En nuestro país los jugadores se encuentran de licencia, esto significa que sus contratos siguen vigentes a pesar del parate y que deben cumplir un plan de trabajo. Todos saben que va pasar un buen tiempo para que la pelota vuelva a rodar. El debate de los dirigentes y jugadores es como garantizar la sustentabilidad del sistema en este contexto extraordinario.
La Fifa analiza por estos días cómo hacer con aquellos contratos que vencen el 30 de junio si la competencia no se reanuda o se reinicia por mayo y no alcanza el tiempo para terminar antes de esa fecha. Se analiza modificar el reglamento y en forma excepcional prorrogar los contratos, sin afectar los derechos de los jugadores a ser contratados por otras instituciones, lo que llamamos ventana de fichajes. Especulaciones, un montón. Medidas concretas, hasta ahora ninguna, salvo el reconocimiento de Infantino de que hay que disminuir la intensidad de partidos.
El futbol argentino es dependiente de los ingresos de los derechos de televisión que están asegurados hasta abril. Desde allí en adelante no, salvo que la competencia se reanude. Los ingresos de las instituciones sufren una fuerte caída, en publicidad y cuotas sociales, y por el contrario los gastos fijos se mantienen.
Los clubes no pueden disminuir unilateralmente los salarios de los jugadores, salvo que el contrato lo disponga expresamente ante una situación de fuerza mayor como la que estamos viviendo, pero esto normalmente no sucede. En Europa se avanza en un consenso de rebaja en el monto de los salarios del plantel y cuerpo técnico hasta que salgamos de esta situación y en España el presidente de la Real Federación ofreció una línea de crédito a los clubes de segunda y tercera división para poder afrontar los compromisos con garantía de los derechos de TV.
Lo que no tengo dudas es que la salida de esta crisis dependerá del equilibrio, razonabilidad y buena fe de los actores -AFA, clubes y sindicato de los jugadores-, para garantizar la sustentabilidad del sistema.
Ahora, lo más importante es preservar la salud y en eso debemos concentrar nuestra fuerza. El fútbol puede esperar.
#NOS CUIDEMOS.
(*) Abogado. Especialista en derecho deportivo.