Cómo se forma a un campeón: Marco Dianda, el joven de 15 años que revoluciona al automovilismo

Marco Dianda es historia pura y tiene tan sólo 15 años. El cordobés es la sensación del automovilismo nacional. El 28 de enero último, en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, debutó en el TC Mouras y se quedó con una contundente victoria. De esta manera, se transformó en el piloto más joven de la historia en conseguir este logro. Sin embargo, no es la primera vez que el oriundo de la localidad de Guatimozín (a 370 kilómetros de Córdoba Capital) consigue algo de similares características: el año pasado, con 14 años, debutó en el TC Pista Mouras y en su cuarta carrera logró la victoria en el Autódromo de La Plata, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia de las categorías de la Asociación Corredores Turismo de Carretera (ACTC) en lograr un triunfo, superando la marca que tenía Otto Fritlzer, con 16 años.

Todos los flashes están puestos sobre el joven deportista, integrante del Equipo Galarza Racing. Los elogios abundan y las proyecciones de enorme futuro no cesan a pesar de que su carrera recién comienza. PERFIL CÓRDOBA dialogó con la licenciada Viviana Sabga (MN 55488), quien trabaja con él en la parte psicológica desde que es un niño.

“Marco y su familia llevan el automovilismo como parte de su ADN. Comenzó corriendo en karting a muy temprana edad, en promocional, tenía 7 años si mal no recuerdo. Y esa es una escuela básica para todo aquel que quiera ser piloto profesional. Su papá Jorge y su mamá Silvana me contactaron cuando Marco tenía 9 años. Yo estaba trabajando en la pista desde hacia unos años con varios pilotos”, comienza a narrar Sabga, que trabajó con el piloto cordobés desde entonces junto a un equipo conformado por Gastón Bergner, licenciado en Actividad Física y Deporte, especialista en Alto Rendimiento, y Florencia Jenkins, nutricionista. Hasta el día de hoy ese equipo permanece junto al piloto.

Aunque Sabga ahora lo hace a distancia, en el apoyo emocional. Ahora, su hijo Emiliano Caratozzolo es quien lo está acompañando en el día a día. Él es coach y asesor personal y también fue uno de sus mecánicos; desde los 9 años de Marco que están juntos.

“El foco que hicimos en su momento, con respecto a lo deportivo, estuvo siempre puesto en el deporte infantil y juvenil, para que el piloto, padres, equipo y mecánicos tuvieran un lugar de encuentro y de comprender que el competir sea un desafío y no un sufrimiento por las presiones. Desde ese lugar se lo encaró”, describe la licenciada, quien explica: “Desde muy pequeño Marco comenzó a entender y comprender que en este deporte era necesario moverse y expresarse, descargar tensiones y tener un proceso de desarrollo y evolución en el tiempo mientras se iba adaptando al mundo competitivo. Tuvo que aprender a ganar y perder, dependiendo de su habilidad y esfuerzo. En pista trabajamos con él y su entorno para que se cumplan los procesos naturales de maduración, de sus capacidades, siempre en busca de objetivos y dentro de la realidad que exigen estos deportes”. Y agregó: “No es de un día para el otro que se forma un piloto como Marco”.

Entrenar a un campeón. “El confort psicológico es fundamental en estos procesos de aprendizaje. Marco fue creciendo, cambiando de categorías, compitiendo a nivel nacional e internacional desde pequeño y sus logros fueron muy importantes. Por eso es de relevancia el acompañamiento de su familia”, destaca la especialista, quien antes de hablar con este medio pidió autorización a la familia del piloto, debido a que es menor de edad.

Más allá de su talento como deportista, que es indudable a la hora de ver su producción en la pista y en sus resultados, todos resaltan sus virtudes en cuanto a su personalidad. En ese marco, la especialista precisó que “Marco tiene capacidad y habilidades propicias para el desarrollo competitivo. Para sostener el proceso de aprendizaje tiene que poder disfrutarlo y lo hace, con metas fuertes, con pasión por el deporte y con una altísima tolerancia a la frustración. Siempre hay obstáculos y hay momentos de agotamiento, pero logra salir adelante por esa capacidad y actitud que lo distingue. Esa actitud que tiene requiere de esfuerzo, dedicación y tener metas claras. Está comprometido con sus objetivos”.
—¿Cómo convive con los elogios?
—Con humildad. Él minimiza los elogios, siente que no corresponde hacer tanto alarde. Sus logros no lo hacen perder de vista sus objetivos, trabaja mucho, es disciplinado.

CON 15 AÑOS. "Su personalidad lo hace seguir avanzando en todo lo que se propone", asegura Viviana Sabga.

GANADOR. Marco Dianda se lleva todos los flashes del automovilismo.