Tomás Casas, fiscal de instrucción, elevó a juicio la causa por la muerte de seis bebés en la Clínica Sanagec. Los fallecimientos se produjeron entre el 2 de julio del 2011 y 1 de septiembre del 2013. El expediente se consideró archivado cuando Rubén Caro no tenía como elementos de prueba las autopsias de los neonatos.
Ahora, se juzgará a cuatros directivos de la clínica, quienes deben responder por homicidio agravado en seis hechos. “La contracara del Neonatal: la muerte escondida detrás de un guardapolvo blanco con intencionalidad criminal. En este caso la muerte escondida detrás de un guardapolvo blanco por negligencia, imprudencia, incumplimiento de normas de bioseguridad”, remarcó el doctor Carlos Nayi, abogado querellante.
Los médicos imputados son Ricardo Chércoles (jefe de Neonatología), José Paisani, María Eugenia Feo (jefa de Terapia) y Ricardo Manzur (jefe de Pediatría).
Según Nayi, todos “desatendieron las normas de asepsia en las instalaciones, las recomendaciones de la instituciones científicas, todo provocó la contaminación con gérmenes y bacterias que terminaron con la vida de los neonatos. Llegó la hora de justicia. Ojalá sean condenados”, describió el abogado.
Fue el 1 de octubre pasado, cuando el fiscal General adjunto José Gómez Demmel exhortó al fiscal Casas para que “de manera urgente se aboque al conocimiento de los referidos actuados y practique todos los actos que considere necesarios y útiles para la investigación”.
Las actuaciones de Casas se debían realizar en un plazo de seis meses –según trascendió– para que se tome alguna determinación que interrumpa la prescripción. El fiscal deberá “indagar” a los acusados o tomar otro tipo de medidas que permita avanzar de manera firme la investigación.
La causa
El expediente se abrió con la investigación de 18 muertes de bebés recién nacidos por las cuales se había imputado a los médicos Chercoles, Paisani, Feo y Mansur, respectivamente director médico, jefe de servicio de neonatología, jefa de terapia intensiva y jefe de pediatría de Sanagec. Según se informó, al momento de los hechos la clínica pertenecía a la obra social nacional Osecac.
