El Observatorio de Estudios sobre Convivencia y Seguridad ciudadana que depende del Ministerio de Seguridad de la Provincia, realiza desde el 2016 un análisis de las estadísticas criminales en Córdoba. Teniendo en cuenta la evolución y la información sobre los homicidios, hurtos y robos que se consideran para medir la tasa de delitos cada 100 mil habitantes, se puede establecer que según esos datos oficiales, hubo una sostenida baja en los casos desde el 2017 al 2020.
Comparando la tasa de homicidios dolosos difundida en el 2017 con la de tres años después se observa una merma del 23,08% en toda la Provincia, y de un 25,86% en Capital.
Los datos sobre la cantidad de robos cada 100 mil habitantes también sorprenden por su disminución en la comparación entre el 2017 y 2020: en toda la Provincia se deduce una reducción en la tasa de robos del 34,89% a nivel provincial y un 38,82% en la Capital.
En números concretos se encuentra que en 2017 en la Provincia se produjeron 141 homicidios dolosos y en el 2020 ese número se redujo a 113 crímenes.
En cuanto a los robos, se puede leer en las estadísticas que en 2017 se denunciaron en la Provincia 61.149 hechos, contra los 41.077 del año pasado. Si bien en perspectiva se infiere una baja considerable en los hechos de inseguridad según los números oficiales, la pandemia trastocó todos los índices y variables.
Antes y después. En la comparación de los datos entre el año del confinamiento y el periodo anterior, es decir el 2019, se ubicaron 122 asesinatos contra los 113 que ocurrieron durante el aislamiento. Los robos denunciados en 2020 fueron 41.077, mientras que un año antes habían sido 62.753.
El fenómeno que si tiene consideraciones diferentes es el de la violencia intrafamiliar, considerando allí la violencia de género.
Según se analiza en el último informe del 2020, “al profundizar en el análisis criminológico, resulta valioso indagar en el vínculo víctima/victimario, para conocer la dinámica que adquieren los hechos en nuestro contexto. En este sentido, se advierte que en el caso de las víctimas mujeres, el vínculo que prevalece es el de ‘pareja o expareja’ alcanzando en el segundo semestre del 2020 un 50 % del total de homicidios dolosos. Asimismo, se produce un aumento de homicidios dolosos en los que la mujer tenía una relación familiar con el imputado, lo cual podría dar cuenta que la mayoría de los homicidios a mujeres se daría en contexto de violencia familiar o de género”.
Además, se destaca que los homicidios no se producen en contextos de conflictos políticos o sociales, como sucede en algunas regiones del continente: “Es posible considerar que, en nuestro contexto, el homicidio respondería principalmente a una matriz de conflictos interpersonales y de ataques contra la propiedad. Esto explicaría la marcada diferencia de la tasa de homicidios en Córdoba en un contexto de violencias en América Latina”.
Respuestas institucionales. En un análisis de toda esta información, pero centrado en el cambio de paradigma y de comportamientos durante la pandemia, el licenciado Roberto González, coordinador del Observatorio, sostuvo que “la pandemia a causa del Covid-19 produjo un enorme desafío para quienes producimos todo tipo de estadísticas, particularmente a las relacionadas con el crimen y el delito. Las marcadas variaciones de las cifras estadísticas generó en nuestros equipos una necesidad de revisar cada dato y procesamiento”.
En ese sentido, puso de relieve que “tanto el año 2020 como también el 2021, deberán ser analizados en el contexto atípico e inédito de la pandemia y sus avances y medidas tomadas en vistas a la protección de la salud pública. De todas maneras, debemos reconocer que no existe ningún espacio social a nivel local, regional y global sin efectos de la pandemia, aseverando entonces que en el corto, mediano y largo plazo todas y todos hemos sufrido algún impacto de ella”.
González precisó que “la Organización de Naciones Unidas para la Mujer - ONU Mujeres, advirtió que ‘en contexto de emergencia aumentan los riesgos de violencia contra mujeres y las niñas, especialmente doméstica, debido al aumento de las tensiones en el hogar’. En consecuencia, las niñas, jóvenes y mujeres pueden estar más expuestas a la vulnerabilidad que sistemáticamente sufren por razones de violencia familiar, entre otras dimensiones.
El profesional añadió que “ONU Mujeres subraya que las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones críticas o para acceder a servicios esenciales de protección. Y, además, se menciona también que la comunicación de esas situaciones violencias se nota afectada debido a factores que restringen la circulación y favorecen el aislamiento social”.
Desde el Observatorio de Estudios sobre Convivencia y Seguridad Ciudadana se analizó el impacto positivo de la investigación criminal y la estrategia de la policía de proximidad, derivando en una relativamente baja tasa de homicidios en Córdoba, registrada en 2020 en 3 muertes cada 100.000 habitantes.