Comunicarte, Eduvim, Ediciones Documenta Escénicas, Ediciones de la Magnolia y Ediciones de la Terraza son las cinco editoriales cordobesas con las que autores locales llegarán a las escuelas primarias y secundarias de todo el país, en el marco del Plan Nacional de Lectura.
El proceso de selección se llevó a cabo desde la Comisión Asesora Nacional (CAN), conformada por miembros de todas las jurisdicciones, entre septiembre y noviembre, lapso en el que se analizaron editoriales de todo el país. “Que Córdoba haya quedado segunda, habla de la calidad de propuestas que tenemos. Se priorizó la calidad de cada obra en sí misma, más allá de la territorialidad, y las propuestas literarias cordobesas son respetuosas de los lectores, cuidadas, estéticas y de mucha calidad; estamos muy contentos porque habrá una enorme cantidad de autores cordobeses consagrados y emergentes, que llegarán a todo el país”, detalló Luciana Trocello, coordinadora del Plan Provincial de Lectura dependiente de la Dirección General de Desarrollo Curricular, Capacitación y Acompañamiento Institucional (Secretaría de Educación del Ministerio de Educación del Gobierno de la Provincia de Córdoba).
Trocello remarcó además que Córdoba tiene una gran tradición en lo que hace a planes de lectura, desde hace varias décadas y se muestra preocupada por llevar adelante acciones de acompañamiento a la tarea docente.
Entre otras cosas, el año pasado en el marco de la pandemia, lograron sostener una agenda literaria que les permitió una planificación semanal con la que llegaron a los docentes con un texto por día. “Esa agenda les permitió tener a mano diversidad de autores, temáticas y lenguajes para enviar a los alumnos y permitir prácticas de oralidad de lectura y escritura que tuvieran sentido”, detalla.
En este aspecto, Trocello hace hincapié en la importancia de no escolarizar la literatura sino en enseñar lo que hacen los lectores: “Estamos revisando permanentemente las prácticas de enseñanza, porque entendemos que los diseños curriculares de la Provincia son herramientas de trabajo para que los docentes puedan planificar, para que los estudiantes sean protagonistas del hacer y que ese hacer esté muy vinculado a la vida social”, explica.
Así, la idea ya no es buscar sustantivos en los textos o dar lecciones acerca de la vida de los autores, sino que el eje gira alrededor de qué es lo que se hace en torno a la literatura. “Aprender las diferencias entre las editoriales o acerca de determinado género literario y a partir de ahí comentar, escribir y sugerir; un poco lo que hacemos los lectores en general. El objetivo es que los chicos elijan la literatura como una experiencia estética que los interpele y los cobije, siempre pensando en la apropiación y entendiendo que todo está resignificándose permanentemente”, finaliza.