Córdoba: salas de teatro independiente en peligro de extinción

Este año, la celebración por el Día Mundial del Teatro que se conmemora cada 27 de marzo desde 1961, se vio teñida por un contexto político y económico que también está impactando fuertemente en el normal funcionamiento de la actividad teatral. 

Un recorrido por algunas de las salas de la ciudad de Córdoba da cuenta de la incertidumbre que se vive en el inicio de la temporada para este 2024. Los aumentos en las facturas de luz, en el alquiler y la merma en la afluencia del público, son los principales problemas a los que se enfrentan todas las salas por igual. “Tampoco se condicen el precio de entradas y cuotas de talleres de formación con otro tipo de actividades. Se ha perdido el parámetro. La mirada del Gobierno nacional al sector nos deja en un lugar marginal. La invisibilización y las injurias a ‘lxs’ artistas parecen parte de la estrategia de desmantelamiento.

Los apoyos extraordinarios del Gobierno provincial nos dan respiro por un par de meses y la continuidad de programas de festivales también dan esperanza. Sin embargo, todas estas medidas son provisorias, si el público no puede pagar las entradas no hay sostenimiento posible”, empieza diciendo a este medio Julieta Lazzarino, de Quinto Deva.

En este sentido, Sebastián ‘Chala’ Schaller, uno de los artistas al frente de espacio Bataclana, dice que “la situación ya crítica del sector, también se está viendo agudizada con la ‘amenaza’ cada vez más concreta de cerrar los organismos de fomento a las artes (Instituto Nacional del Teatro, Fondo Nacional de las Artes). Esto empieza a marcar un precedente de cuál es el plan que quiere llevar adelante el gobierno desfinanciando la cultura, quitando la construcción identitaria de nuestro pueblo”. 

Desde Almazenna Centro Cultural, Arti Barrionuevo también acusa un panorama muy desalentador debido al vaciamiento que se ha producido de los ya magros fondos para el sector. “Estamos resistiendo, programando actividades y talleres, pero no sabemos a ciencia cierta si esto nos va a permitir sostenernos económicamente; la violencia desatada hacia el sector cultural es histórica. Es la primera vez que estamos amenazados por el exterminio. Aunque en lo provincial nos han apoyado y estamos en diálogo para generar propuestas, con la Municipalidad, si bien estamos en buen diálogo, se ha agudizado la requisitoria para las renovaciones de las habilitaciones y estamos en una encrucijada, pues los acuerdos por ordenanza que debíamos cumplimentar, por cuestiones internas de su funcionamiento, nos están trabando; eso sumado a los costos de certificaciones que nos exigen”, se lamenta.  

Además, Barrionuevo se muestra preocupada por los públicos y participantes de talleres, que no están pudiendo invertir en las actividades que se proponen: “La emergencia hoy es conseguir un plato de comida y ésto no sólo nos interpela sobre el lugar que ocupa la cultura, el arte y el teatro en la vida cotidiana, sino también en la vulneración de los derechos conseguidos de acceso a la cultura en general”. 

En materia de ayudas financiera estatales, Sonia Daniel (María Castaña), explica que “todas las salas que demostramos actividad fehaciente, recibimos desde la Provincia un aporte especial de un millón de pesos por única vez; pero desde la Municipalidad aún no ha habido ningún apoyo este año. En cuanto al INT, desde la regional Córdoba nos dicen que presentemos los pedidos para nuestros proyectos y así demostrar la necesidad de la existencia de estos programas, pero la realidad es que hoy el instituto está sin firma”.

A la gorra
Casa Grote está ubicada en barrio General Bustos y abrió sus puertas en 2002; a cargo de su funcionamiento está Toto López, histórico referente del teatro independiente: “La Nación nos ha dejado huérfanos. Si bien tuvimos en marzo un salvataje extraordinario de la Provincia, bomberos y Espectáculos Públicos nos están poniendo trabas y nos dificultan las habilitaciones. Sumado a esto, han subido exponencialmente los costos fijos y por el poco público, nosotros ya estamos trabajando a la gorra. Es angustiante y desesperante porque se nos están marchitando los sueños y proyectos. Estamos pensando seriamente en la posibilidad de bajar las persianas”, dice. 

El INT Córdoba
Franco Morán, representante del Instituto Nacional del Teatro en Córdoba señala que, si bien la ley está vigente y el organismo sigue funcionando, están a la espera de la designación oficial de la dirección ejecutiva. “Estamos en una situación bastante inédita y poco clara. El INT está pagando proyectos adeudados pero no está pudiendo funcionar el Consejo de Dirección, que es donde se aprueban las nuevas convocatorias o incluso proyectos que ya fueron evaluados pero faltaba su aprobación”, explica.

Sucede que si bien el Poder Ejecutivo ya designó a Mariano Stolkiner al frente del Instituto, aún no está la designación en el Boletín Oficial, lo que impide la constitución del Consejo y avanzar en una serie de cuestiones administrativas. “Suponíamos que en marzo ya estaría pero todavía no aparece y dificulta el funcionamiento del organismo. Pero se supone que una vez que asuma, y en función del presupuesto disponible, se haría una convocatoria de algunas líneas, aunque muy reducidas por cuestión presupuestaria”, detalla.

El presupuesto asignado para este año es el mismo del año pasado, unos $2.700 millones de pesos. “Luego, si tenemos mayor recaudación, porque somos un organismo que tiene recaudación propia, lo que vamos a pedir es una autorización para ampliar el presupuesto”, dice Morán. 

Programas estatales locales
Además del aporte de un millón de pesos –por única vez– a todas las salas empadronadas que demostraron actividad fehaciente, desde la Agencia Córdoba Cultura dieron inicio en marzo a una nueva edición del programa Teatro Itinerante de Otoño, que hasta junio llevará a escena unos 200 espectáculos en todo el territorio provincial. “El programa comprende una programación variada y extensa de espectáculos destinada a una gran diversidad de públicos, con entrada libre y gratuita, que se desarrollará en escuelas públicas, escuelas rurales, centros comunales, jardines, plazas, salones parroquiales, bibliotecas y salas de teatro independientes”, detallan desde el organismo.

En esta materia, desde el municipio indicaron que “dentro de los apoyos al teatro independiente estamos produciendo las 100 horas de teatro bajo el lema ‘100 horas de teatro, 1.000 horas de trabajo’, que comienza el 15 abril. Después de esto nos estaremos sentando con la Red de Salas para definir los fondos que cada año damos como apoyo al funcionamiento de los teatros independientes. Según cómo vaya el país, en función de todo lo que está pasando a nivel general, vamos a evaluar las necesidades concretas”, afirman.

Por una ley provincial
Otro de los reclamos del sector tiene que ver con la ausencia de una ley provincial y de una declaración de interés municipal, que proteja a las salas. “El diseño de políticas públicas siempre es lento y muchas veces se dan paliativos, parches, proyectos de corto plazo para poner paños fríos en algunas situaciones. Pero aún no tenemos una ley provincial de teatro que nos proteja, que diseñe un sistema de apoyos donde, por ejemplo, podamos comprar las salas de teatro que alquilamos y poder dejar de pagar esos alquileres, hoy imposibles. Tampoco hemos sido declarados de interés municipal, lo que ayudaría seguramente a un proteccionismo de nuestros espacios dentro de la ciudad, con ordenanzas que nos protejan y apoyen”, advierte Facu Dominguez, de Espacio Blick.