En los últimos meses una modalidad de estafa virtual creció de manera exponencial: los engaños a través de las redes sociales en las que venden productos inexistentes. Los ejemplos abundan: camperas de reconocidas marcas –imposibles de conseguir en el mercado local– a precios irrisorios; electrodomésticos al 50 por ciento de su valor; celulares de alta gama, o autopartes importadas, son sólo algunas de las ofertas (estafas) que circulan diariamente en las redes.
La forma de llevar a cabo estos ilícitos es relativamente sencilla: una foto atractiva publicada a través de las redes sociales como Instagram o Tik Tok, y un link que te lleva a una página, generalmente del exterior pero con un nombre similar a algún sitio web argentino donde se solicitará al comprador los datos de envío y los de su tarjeta de crédito o débito para realizar el cobro de un producto que nunca se recibirá. Marcelo Solé, cofundador y CEO de Infoexperto, dialogó con PERFIL CÓRDOBA y calificó a esta modalidad de robo como una “estafa fácil”.
Además consideró que tiene elementos del denominado phishing o de suplantación de identidad. “Es una estafa muy común, que ha crecido muchísimo en el último tiempo y que lamentablemente va a seguir creciendo, porque está fundamentada, basada en la necesidad. Cuando vas a pagar ingresas a una página de suplantación, realizas un pago aunque en realidad no lo estás haciendo”. “La gente no tiende a chequear en el URL de la página en que está pagando, en tonces hace días escuché un caso de alguien que pagó en una página con nombre similar a Mercado Pago, pero en el que cambiaba una sola letra”, contó.
“Los estafadores que organizan este tipo de delitos invierten un montón de plata para que a la gente le aparezca la publicidad del producto o servicio que está buscando. Obviamente invierte grandes cifras porque lo que ganan es muchísimo también”. Recomendaciones. A la hora de las recomendaciones para no caer en este tipo de ciber estafas, Solé apeló a una frase del refranero popular: “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, subrayó.
“Estén atentos a esta cuestión de las promociones o precios que no se ajustan a los valores de mercado. Luego si compraste, lo primero que se hace es la denuncia a la tarjeta, luego hay que denunciar en Instagram como publicidad maliciosa ya que a cierta cantidad de anuncios negativos, el perfil se da de baja. Con 15 o 20 bajas de denuncias suele ser suficiente”, señaló, y advirtió: “Hay que estar muy atentos, cuando le das el click, ver la dirección de la página web, que sea conocida, que sea algo real, de tu país”.
Ingeniería social. José Arce es abogado especialista en delitos informáticos y uno de los responsable de la creación del área de Cibercrimen de la Provincia. Arce comentó que “hay algunas estafas que requieren técnicas muy complejas, pero estas estafas usan ingeniería social, la cual tiene como objetivo que hagas algo sin que te des cuenta que hay una persona detrás busca do un fin específico”. “La Ingeniería Social explota vulnerabilidades humanas.
Kevin Mitnik, uno de los hackers más reconocidos del mundo, explicó que para que una estafa funcione debe tener una parte técnica y una parte de conocimiento humano. La ingeniería social funciona por algunos principios humanos: a todas las personas nos gusta que nos halaguen y bajamos la guardia cuando esto pasa. Por eso hay que tener cuidado cuando las cosas son demasiado buenas para ser verdad. Las vulnerabilidades siguen siendo mucho más fuertes que cualquier otra cosa. Los humanos somos seres emocionales, así es la primera reacción, si vemos algo gratis, clickeamos. Hay que tener en cuenta y saber que uno puede ser víctima y estar alerta para cuando esto pase.
Aumento de denuncias. El comisario Germán Arévalo, perito informático de la Policía de Córdoba y especialista en cibercrimen consideró que hay un mercado de estafas a través de las plataformas. “Todo se puede usar para la delincuencia. Son buenas herramientas pero que se les da un mal uso. Cuando la persona sale del ámbito seguro de e-commerce, comienza a complicarse el panorama porque ahí ya empieza a prevalecer la confianza entre las partes. Redes como Tik Tok o Instagram que no tienen un perfil comercial, entonces aumentan los problemas con las compras a través de esa vía”.
Además informó que hay un crecimiento en esta modalidad de delitos. “Vemos un aumento de ese tipo de estafas y se van perfeccionando con el paso del tiempo. Con las figuritas del Mundial hubo muchísimas publicaciones falsas que ofrecían figuritas, luego camisetas, va mutando la oferta”, comentó. Arévalo explicó también cómo operan los estafadores: “Transferís y generalmente son cuentas denominadas mulas o cuentas camellos. La persona que recibe esa transferencia son prestanombres y reciben un porcentaje de esa estafa. A veces estas personas saben, y otras no, que forman parte de una organización delictiva. Estas cuentas la mayoría son virtuales a través de cualquier fintech que tenga una billetera virtual. Por tal motivo es importante recalcar que la primera medida de prevención es que si te contactas por una plataforma que no son las comerciales y te vas a contactar por fuera, trata de asegurar que le estás transfiriendo a alguien de confianza”, cerró.