En el Centro Cívico existe una certeza: la elección de gobernador y vice se realizará el 25 de junio. Aunque todavía no hubo anuncio oficial, así lo resolvió el principal elector del peronismo de Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti. Esa fue la gran duda que, en teoría, está resuelta. Ahora, falta ver otro tema fundamental: si la ciudad de Córdoba también elegirá ese día al sucesor del actual intendente, Martín Llaryora.
Voces calificadas del peronismo remarcan que: “Hay una gran posibilidad” de que los comicios de la Capital se realicen dos semanas después de las de gobernador, antes del inicio de las vacaciones de invierno o sobre el comienzo de éstas. La premura de diferenciar pero con poco tiempo, obedece a una clara intención del peronismo de evitar que el diputado nacional Rodrigo de Loredo pueda ser candidato a vicegobernador de Luis Juez por el espacio Juntos por el Cambio y, posteriormente, anotarse en la carrera por la intendencia.
Esa jugada ya la hizo el fallecido exgobernador José Manuel de la Sota cuando eligió como candidato a vice a Germán Kammerath. La fórmula se impuso en los comicios provinciales y luego, en 1999, el ucedeista se anotó como candidato a intendente y venció al radical Mario Negri.
Schiaretti quiere evitar que sus contrincantes usen esa receta para ubicar a De Loredo en las dos competencias electorales. Por eso, si hay desdoblamiento, el margen entre una y otra elección será muy corto, para evitar el doble juego.
El panorama en JxC. Luis Juez y el titular del Frente Cívico, Ernesto Martínez, ratifican su denuncia de “pacto” entre Schiaretti y el expresidente Mauricio Macri. Otros hombres del juecismo sugieren que De Loredo es funcional al cacique del PRO y que irá por la intendencia para debilitar a Juez en su lucha provincial. Hasta hay quienes arriesgan que el propio peronismo le allanará el camino para que gane la competencia por el Palacio 6 de Julio.
Los que acusan son dirigentes reconocidos que, según marcan, por el momento no quieren peleas internas. La afirmación es fuerte y hasta podría definirse como temeraria, pero no se puede mirar para otro lado e ignorar semejante dato. Obviamente, De Loredo siempre negó a rajatabla este trascendido. También queda claro que si finalmente decide desafiar lo que se viene diciendo en los últimos días y se anota como vice de Juez, las teorías conspirativas estallarán contra la realidad.
Lo cierto es que en estos días se procederá a la realización de las encuestas para determinar quién es quién en el binomio, lo cual puede entenderse como un acto protocolar o puramente formal porque los dos miembros de la sociedad saben las cartas que disponen.
Sopa de candidatos. Ahora bien, si en Juntos por el Cambio hay inquietud por las indefiniciones, en el peronismo pasa algo similar. El compañero de fórmula de Llaryora está encerrado en un enigma con al menos tres estaciones: Juan Manuel Llamosas, Natalia de la Sota y Martín Gill. Hoy, el intendente de Villa María aparece como el más relegado, pero son escenarios móviles y en 48 horas todo puede cambiar.
En la ciudad de Córdoba, el peronismo también está sometido a tironeos. En los últimos días, aparecieron algunos datos contundentes que ubican al titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor ‘Pichi’ Campana, como posible acompañante de Daniel Passerini en la fórmula de Hacemos por Córdoba para la intendencia.
Según reconocieron voceros del peronismo, Campana mide “tanto o más que Passerini”, pero aclararon que el actual viceintendente tiene el perfil casi perfecto para liderar la fórmula porque combina “buena imagen, seriedad y también gestión, además de conducir el Concejo Deliberante con un estilo que permite el pluralismo y el diálogo permanente”.
El secretario de Transporte, Marcelo Rodio, y el titular de Participación Ciudadana, Juan Domingo Viola, aguardan expectantes por las eventuales modificaciones que pudieran darse.
De todas maneras, hoy Campana transita el camino más directo para llegar a la fórmula del oficialismo en la Capital de la provincia. Hay otro dato que abona las chances de Campana: milita en el peronismo que conduce la senadora Alejandra Vigo, esposa de Schiaretti.
En principio, Schiaretti no le concederá al llaryorismo otro lugar en la cúspide de las boletas. “Ya está Llaryora… ¿qué más quieren?”, rezongó un dirigente justicialista que lleva años acompañando a Schiaretti.
No hay duda alguna que el gobernador es el que tiene la palabra final siempre. Las diferencias con Llaryora existieron y existen pero la decisión final siempre la tomó el jefe del Ejecutivo provincial sin demasiados miramientos.
Los ejes de la campaña. La campaña electoral tendrá tres o cuatro puntos fuertes a partir de los cuales oficialistas y opositores machacarán para conquistar voluntades. Siempre hay que recordar que el votante suele elegir a su candidato pocas horas antes de una elección, de allí que las encuestas… bueno, ya se sabe.
Llaryora hará hincapié en la gestión contraponiéndolo con la supuesta ineficacia de Juntos por el Cambio en todos los niveles.
La oposición avanzará fuerte con la inseguridad y Llaryora trata de responder mostrando gestión en ese aspecto, aunque hay que decir que éste es el talón de Aquiles de todas las administraciones justicialistas de las últimas dos décadas.
Este fin de semana, el ‘lilito’ Gregorio Hernández Maqueda viene recorriendo diferentes puntos de la provincia y expone sobre narcotráfico. Curiosamente, inició su periplo el jueves pasado, en la ciudad de San Francisco.
Juez intentará cuestionar al gobierno por el incremento del narcotráfico, un tema que preocupa mucho al oficialismo.
