De la mano de la Comedia Cordobesa se estrenó un clásico de Bertolt Brecht

Marcelo Lombardero es uno de los directores argentinos más reconocidos y requeridos en la actualidad, con proyectos en distintas partes de América Latina, Europa y Estados Unidos.

Cantante y director de escena, entre 2005 y 2007 fue director artístico del Teatro Colón y luego ocupó la dirección del Teatro Argentino. 

Puso en escena obras como Tristán e Isolda (ópera de Richard Wagner) en el Teatro Municipal de Santiago de Chile y Diálogos de Carmelitas (del francés Georges Bernanos) en el Palacio de Bellas Artes de México.

A hora, invitado por la Agencia Córdoba Cultura se instaló en nuestra ciudad para ponerse al hombro un clásico de Bertolt Brecht, que estrenó junto a la Comedia Cordobesa el viernes pasado y que tendrá una nueva función el sábado 26 de agosto a las 20 en el Teatro Real.

“Yo ya había estado haciendo cosas aquí, en el Teatro San Martín y con Confluencia Barroca, pero es la primera vez que hago prosa y que trabajo con la Comedia Cordobesa. Hace unos cuatro meses que vivo entre Buenos Aires y Córdoba pero en el último mes y medio me instalé aquí por este proyecto”, dice Lombardero a PERFIL CÓRDOBA.

Especialmente interesado en trabajar con compañías estables, el director de la obra señala que el proceso de trabajo fue muy interesante y enriquecedor. “Lo primero que tengo que decir es que estoy agradecido de trabajar con los talentosísimos actores con los que me encontré. La idea de elegir esta obra era poder utilizar a todos los componentes de la comedia o a casi todos y trabajar con la Comedia Cordobesa, que es una institución  distintiva en nuestro país porque no existen otras instituciones parecidas a ésta, con un elenco estable de actores de esta capacidad y de este nivel, ha sido un honor”.

En cuanto a la obra, el director señala que buscaban una obra que reuniera las características de una comedia que estuviera acorde a su mirada y a su punto de vista estético y que además calzara con los actores del elenco. “Yo tengo predilección por las obras de Bertolt Brecht y caí en esta en particular. La elegí y la puse en  consideración del equipo de la Comedia y de la dirección del teatro. Era importante tener en cuenta la conformación de la Comedia en cuanto a sus integrantes y los physique du rol y justamente recordé esta obra porque se reunían estas características”.

El señor Puntila y su criado Matti. Bertolt Brecht ha sido considerado a lo largo de la historia como el principal exponente del teatro rebelde y social, con piezas que buscan hacer reflexionar al espectador a través de temáticas que contemplan una mirada sobre la miseria humana, las guerras, el hambre, la pobreza y la explotación. Sin embargo, ‘El señor Puntila y su criado Matti’ es una obra un tanto particular, que se aleja un poco de la mirada épica y política del dramaturgo alemán y se acerca más a la comedia, aunque sin dejar de lado su crítica social. “Esta es la tercera vez que se hace esta obra en nuestro país y quería apelar no a una versión nueva sino a una nueva traducción (NdelE: La traducción estuvo a cargo de Cecilia Bassano) que acercara más esta obra a nosotros, a nuestros tiempos. Si bien esta es una obra de Brecht tardía, compuesta en su exilio en Finlandia entre los años 1940 y 1942, recién se estrenó a mediados de la década de 1950, cuando él vuelve a Alemania del exilio. Y es una obra muy distinta, sobre todo a las obras de la última etapa, porque claramente es una comedia popular un poco alejada de la mirada del teatro épico y más político, aunque siempre en Brecht esa mirada política y social están presentes”, asegura el director.

Este drama popular va tras los pasos de un granjero finlandés con una dualidad que oscila entre la sobriedad y la borrachera: cuando está ebrio es un ser humano bondadoso, generoso y sencillo, que practica la justicia social y se despoja de su etiqueta de clase; pero cuando está sobrio se conduce en base a su condición de clase, renegando de sus amistades humildes, que lo acompañan en sus borracheras.

–¿Dónde se asienta la vigencia de esta obra?
–Yo creo que tiene una profunda vigencia y que es una buena idea recordar de dónde venimos y a dónde estamos. La hipótesis de esta obra es un experimento, una observación científica de un personaje mostrado como un depredador, del hombre mostrado como un depredador. Lo que está poniendo de relieve es que el sistema que ha creado el hombre es un sistema poco humano, porque es el sistema el que crea sociedades en donde existe esta dualidad del amo y del esclavo; pero siempre teniendo en cuenta el carácter depredador del hombre.

– ¿Hará otras cosas en nuestra ciudad?
–Me encantar ía seguir haciendo cosas aquí, tengo un vínculo muy cercano artístico y personal; no tengo planes en el futuro próximo pero estoy siempre dispuesto y si mi agenda, que es bastante complicada sobre todo en el exterior, me lo permite, yo encantado.

–¿Cómo sigue su año?
–Tengo el montaje de una Ópera en el Teatro Cervantes, luego me voy a Colombia, después sigue Puerto Rico y México. Cómo ves, mi vida es bastante itinerante. 

MARCELO LOMBARDERO. Distinguido con el Premio Konex Platino en 2019, el director no descarta otros proyectos en nuestra ciudad.