Cuando el próximo 7 de junio despegue desde el aeropuerto Ambrosio Taravella el vuelo AA224, se habrá concretado uno de los anuncios más reiterados y postergados de la aviación comercial en Córdoba.
El viaje non-stop entre Miami y Córdoba inaugurará sus operaciones el 6 de junio con la partida desde el aeropuerto de Florida rumbo a esta ciudad y al día siguiente partirá el primer servicio a la inversa.
La ruta será cubierta con un Boeing 767 con capacidad para 204 pasajeros (27 en Ejecutiva y 177 en cabina principal), que saldrá de Córdoba los lunes, miércoles, viernes y domingos a las 10:05 para arribar a Miami a las 17:50.
Los detalles fueron brindados a PERFIL CORDOBA por Gonzalo Schames, Gerente de Operaciones para Argentina, Chile y Uruguay, quien estará a cargo de la operación.
“Las expectativas son buenas, el vuelo ya está a la venta desde que nos dieron los permisos para volar; si bien Argentina es un mercado que hace sus reservas en fechas más cercanas al viaje, más teniendo en cuenta la coyuntura cambiaria, vemos que va creciendo el interés por el vuelo”, afirmó.
—¿Con qué nivel de ocupación consideran que el vuelo es rentable?
—Es un número difícil de definir, porque se puede tener una ocupación baja pero con muchos de los pasajeros que pagaron tarifas altas, en clase ejecutiva, o puede ser un vuelo con una ocupación del 90%, con tres o cuatro pasajeros en Ejecutiva y el resto todos en Economic; quizás el primero te deja mucha más rentabilidad que el otro. Un 70/75% de ocupación se considera aceptable, siempre con esas variables tarifarias.
—En materia de tarifas, ¿cuál sería un precio referencial?
—Podemos hacer una reserva ficticia. Por ejemplo, tomando las fechas de salida el 16 de junio y regreso el 22, nos da una tarifa de US$633 más impuestos, o sea, unos $30.700, una tarifa más que razonable. La ventaja comparativa de esta tarifa es que se trata de un vuelo directo, sin escalas, de 8,20 horas, entre Córdoba y Miami.
—¿También pondrán el foco en el negocio de cargas?
—Sí, en American le damos mucho valor al negocio de cargas. De hecho, todo lo que sacamos de Buenos Aires hoy y que pueda salir de Córdoba lo podemos hacer desde acá y a menores costos. Por ejemplo, los arándanos que se exportan desde Tucumán, quizás sea más barato traerlos a Córdoba que llevarlos a Ezeiza; lo mismo puede ocurrir con las semillas, en su correspondiente temporada, más lo que pueda generar Córdoba por sí misma. Justamente, las obras de mejoramiento que se están haciendo en la pista principal del aeropuerto local, que nos aseguraron que estarían listas en mayo, nos permitirán operar con cargas y pasajeros sin ningún problema.
—Si tenemos en cuenta que Córdoba es emisiva de gran cantidad de ‘quinceañeras’, ¿piensan captar ese mercado?
—Deberíamos. Las quinceañeras que salen hoy en nuestros vuelos vía Buenos Aires se ven obligadas a viajar en ómnibus toda la noche, llegan muy temprano, se quedan todo el día en la ciudad y recién a la noche toman el vuelo. Así que creemos que podemos trabajar con las quinceañeras cordobesas, tucumanas, mendocinas y de otras provincias de la región, que puedan salir de acá a la mañana y a las 6 de la tarde estar en Miami. Además, Córdoba tiene hoy una mayor conectividad con el interior del país.
—Con la infraestructura del aeropuerto, ¿están conformes?
—Sí, tenemos lo que necesitamos, se está ampliando y creemos que en un par de años más va a estar mucho mejor. Lo que pasa es que Córdoba tuvo un crecimiento muy grande y muy de golpe y quizás la readecuación de la estación no acompañó ese crecimiento. Entre lo que vimos que tenemos hoy y considerando que nuestro vuelo sale a las 10 -por lo que la operación comenzaría a las 7- no es un horario de tanta congestión, pensamos que con la infraestructura aeroportuaria actual estamos bien.
—Atentos a experiencias negativas anteriores, esta es una pregunta recurrente: ¿vienen para quedarse?
—En las reuniones de la compañía para programar a largo plazo, Córdoba siempre estuvo en el radar, pero por distintas circunstancias hasta ahora ello no ocurrió. Finalmente estamos y cuando venimos, venimos para quedarnos. Es muy grande la logística para abrir una nueva operación. Hoy (martes pasado) tengo 10 personas que vienen de Dallas para ver comunicaciones, cargas, mantenimiento, infraestructura, arquitectos de oficinas, IT, todo lo que es cableado, sistemas, telefonía, etcétera. Y faltan cinco meses. Ya vino gente a mirar hoteles para las tripulaciones (el elegido sería el Sheraton), cocinas para el catering, se hicieron inspecciones en la planta de combustibles y los camiones… es mucho lo que se hace. Venimos a quedarnos y a que dentro de seis meses o un año me digan ‘tenés cuatro frecuencias semanales, te vas a cinco o siete’. Yo le tengo mucha fe a este vuelo.
—La lectura es ‘mayor oferta para más demanda’…
—Sí, no es que la misma torta se reparte en más porciones, sino que hay mucha gente que está empezando a volar por primera vez, se está sumando a la demanda. Por eso creo que el vuelo va a andar muy bien y también la carga. Por otra parte, creemos que van a llegar muchos pasajeros desde allá, como los que vienen a cazar palomas, por ejemplo, que es un turismo de alta gama y no tienen problemas en gastar, por eso estamos promocionando fuerte este vuelo en EE UU. Y sin olvidarnos del segmento corporativo, de todas las empresas que tienen relaciones comerciales entre ambos destinos.