Corphone, un call center que funcionó hasta hace pocos meses en Tucumán 25 –pleno centro de Córdoba– y dejó en la calle a sus empleados a partir de su virtual cierre, es un espacio que condensa presuntos ilícitos de dos investigaciones de envergadura en la Justicia Federal.
Por un lado, la presunta mega evasión de impuestos cometida por sus dueños, el empresario Cristian Debarre y el contador Marcelo Gaido, y el presunto lavado de dinero producto de la banda narco rosarina Los Monos, por parte de quien tomó el control de la empresa a mediados del 2021, Diómedes Manuel Carbone.
En la actualidad no se sabe de quién es la firma. La única certeza es que cerró sus puertas y dejó sin trabajo a medio centenar de empleados quienes, hasta hace un año, pugnaban por cobrar lo que les correspondía. Sí se detectó que existió un pago a Debarre de US$ 80 mil y de moratorias por deudas impositivas que llegaron a instancia penal.
Cristian Debarre y Marcelo Gaido fueron detenidos el viernes 10 de marzo. El primero, había estado en prisión pero fue excarcelado por orden del juez (jubilado), Ricardo Bustos Fierro. Están imputados por evasión impositiva en el marco de una megacausa que detectó usinas de facturación apócrifa.
Diómedes Carbone, por su parte, es investigado junto a un grupo de personas por una serie de hechos que abarcan la venta clandestina de agroquímicos cortados con otras sustancias, la circulación de dólares falsos, la confección de cheques truchos y lavado de dinero en diferente tipo de inversiones. Una de esas operaciones habría sido la compra de todo o parte de Corphone.
Para financiar la actividad delictiva referida a los agroquímicos y el resto de maniobras ilícitas, se sospecha que tomó dinero prestado de un barrabrava de Newell´s que recibió condenas por otros delitos: Walter Alejandro Paré, apodado ‘El Ruso’ o ‘Rusito’. Sería la persona que movería fondos narcos de Los Monos en Rosario.
En una escucha telefónica, se oye a Carbone decir a un proveedor de sustancias tóxicas y agroquímicos: “Vos me podés entender que yo con tu plata quedé debiendo … esta gente son todos narcos … a ver qué parte no entendés. ¿No ves que matan gente a cuatro manos?”.
En otra conversación intervenida, le dice a su interlocutor: “El problema éste arranca con la usina. ¿Entendés dónde está el tema? Ese es el tema, pero bueno… no queda otra. Ya está”.
Hay otro hecho que despierta sospechas en los investigadores federales. La presencia de una persona a la que le habrían encargado hacer lobby en los tribunales para aliviar su situación. Le dan indicaciones y prometen pagos en dólares para traficar influencias. Como, aparentemente no consiguen el objetivo, lo terminan echando de Corphone porque, además, intuyen que podría conspirar en contra de Carbone amenazando con denunciarlo “por la venta de dólares falsos y por lavar dinero proveniente de Los Monos”.
Hay otro nombre que aparece en la investigación: Francisco Rafael Lapiana.
Es un rosarino dedicado a la transferencia de jugadores. En la lista de las promesas que colocó en el mercado está Angel Correa, reciente campeón mundial en Qatar. Lapiana, condenado años atrás en Santa Fe por lavado de activos, a partir de esas operaciones, podría ser otro de los aportantes de dinero para las actividades ilícitas de Carbone.
Todos estos detalles surgen de las escuchas telefónicas.
El ingreso a Corphone. Hay un diálogo captado que revela el motivo por el cual a Carbone le interesó el negocio del call center del cual se retiró Debarre –según dijo a PERFIL CÓRDOBA su defensor, Rodrigo Altamira– a mediados de 2021. “Me estoy abriendo una fundación que ya la tengo prácticamente hecha –sostiene Carbone en el diálogo telefónico- y con el call tengo un curro de 400 lucas declarado donde pago impuesto a las Ganancias y puedo vivir en una buena casa, puedo comprar una chata cero kilómetro, me tengo que ir a Europa, eh, tengo fondos de donde los saco boludo. ¡Me entendés cuál es el tema! Tenés que tener un circo armado, como para decir yo con lo del call y con el centro de estética ya está, boludo”.
Evidentemente consideraba que la empresa era la fachada perfecta para justificar un sueldo importante, inversiones y gastos suntuosos sin llamar la atención de la Afip. En este expediente, Carbone junto a otras 13 personas está imputado por asociación ilícita; venta, distribución y almacenamiento con fines de comercialización de sustancias peligrosas para la salud disimulando su carácter nocivo; puesta en venta/ comercialización de productos con marcas registradas falsificadas, y lavado de activos agravado, proveniente del narcotráfico y del resto de actividades ilícitas detalladas.
No era un desconocido. Diómedes Manuel Carbone tiene antecedentes. En febrero del año pasado, fue sentenciado a cuatro años de prisión por el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba por circulación de dólares falsos. En ese juicio también fue condenado Juan Viarnes.
Durante la audiencia dijo que él había comprado Corphone. La causa de los dólares truchos fue la que hizo estallar el Narcoescándalo en 2013 luego de que cayera preso Viarnes y decidiera revelar cómo los policías de Drogas Peligrosas armaban procedimientos.
Eso ocurrió en 2013. El mismo año en que fue asesinado Claudio ‘Pájaro’ Cantero y Los Monos transmutaron a una violenta banda narco en Rosario.
A esa altura, Carbone era el proveedor de dólares falsos a Viarnes. Desde entonces hay indicios del corredor de dinero hacia Córdoba de procedencia de Los Monos.