Dólar sin techo: vuelve distorsión de precios y máxima incertidumbre

Son semanas de mucha incertidumbre hasta la definición política que puede darse el domingo 22 de octubre. La misma incertidumbre se traslada a un nuevo capítulo de pérdida de referencias en miles de valores de la economía real, que obliga a los comerciantes a repensar sus estrategias y a los compradores a tratar de cubrirse ante nuevas subas de precios.

El próximo jueves 12 el Indec informará la evolución general del Índice de precios al consumidor del mes de septiembre. Se espera un nuevo mazazo para el gobierno –y para los bolsillos de todos los asalariados y no asalariados-con otro número para el espanto: inflación mensual de entre el 11% y el 12%.

Es un número horrible que, pese a todo, puede no reflejar lo peor: un resultado disruptivo en las urnas del 22 de octubre puede traducirse en una nueva presión sobre el tipo de cambio y adelantar otra devaluación como la que ya convalidó el ejecutivo nacional. El efecto dominó es otro nivel para los dólares –oficiales y paralelos- y más envión a la inercia inflacionaria que no se detiene.

Para tomar dimensión de lo que pasó en las últimas semanas vale mirar la aceleración en el paralelo –un mercado diminuto pero con la capacidad de generar un efecto contagio en una economía también diminuta como la argentina-. En tan solo dos meses, desde el 8 de agosto pasado al día de hoy el dólar blue en su punta vendedora pasó, en Córdoba, de $604 a $894. Es un incremento del 48%  que mete una enorme presión en los precios de bienes y servicios y en salarios con que se mueve buena parte de la economía local.

El economista Diego Dequino graficó la dinámica que está mostrando el dólar oficial, el blue y la brecha entre ambos, en estos tiempos de frenética gestión nacional. Y remarca que desde 2019 esa brecha aumentó 5 veces.

“El gobierno de Macri le dejó a Fernández un dólar oficial de $490 (a valores de hoy) y un dólar blue de $623 (también a valores de hoy). Es decir, una brecha del 26%. El dólar oficial está hoy a $350 y el blue por encima de los $810, dejando una brecha del 130% (NdR: la explicación que era de mediados de la semana ya quedó corta)”. En el hilo de la red social Twitter que difundió Dequino explica que en el mismo período la emisión aumentó 8 veces: “el gobierno de Macri dejó una base monetaria de $2,2 billón y Leliqs por $1,3 billón. La gestión de Fernández, Massa y Pesce tienen base monetaria de $6,5 millones y Leliqs por $22 billones. Las Leliqs pasaron de representar el 43% de la oferta monetaria ampliada en el gobierno de Macri al 103% en el gobierno de Fernández, Massa, Pesce”.

Finalmente Dequino se plantea cuál sería el tipo de cambio de conversión contable mirando la hoja del balance del Banco Central. “El valor más bajo hoy es $1.053; el valor de conversión contable donde buscó acomodarse el dólar libre en corridas anteriores está hoy entre $1.285 y $1.600. Leyó bien”, apuntó.

Cabe repasar que en lo que va del mes el Central ya vendió por más de US$ 85 millones y en lo que va del 2023 se desprendió de más de US$1.835 millones. Continúa metiendo mano en el mercado de los dólares financieros con nuevas restricciones, pero no logra detener la sangría de reservas: volvió a perder reservas internacionales, las totales orillan los US$26 mil millones. Las netas están en terreno negativo hace tiempo.

En esa línea profundizaron los analistas de mercado Candelaria Sánchez Grinipo y Facundo Oliva, de la firma de inversión y sociedad de bolsa cordobesa Dracma.

“Tenemos alta emisión de pesos, reservas del Central cada vez menores, una incertidumbre electoral que viene en aumento y se sumó una variable internacional que es la fortaleza del dólar a nivel global. Todo esto es ideal para que el contado con liquidación (CCL) lo único que haga sea subir. Esta semana, el dólar MEP, en el que interviene y controla el Banco Central y que solía ser el más estable, sobrepasa los $800. El tipo de cambio está estrellado”, marcó Sánchez Grinipo. Para los analistas es claro que se está viendo un estrés severo en la deuda en pesos.

Por eso creen que estas dos semanas se nos van a hacer largas. “El Banco Central está con intervenciones de US$100 millones, es una intervención abismal y nos quedan un par de semanas a la elección. El dólar Vaca Muerta, el dólar Pyme no está ayudando lo suficiente o como se esperaba”, marcan.

Oliva amplía: “el Índice de Confianza del Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella en septiembre tuvo una baja del 18,4% respecto del mes anterior. Esto puede marcar que hay chances de que el oficialismo haga su peor elección en los últimos 20 años y quedar afuera del ballotage. Hay que seguir los datos, pueden quedar dos semanas de deterioro económico y social y cualquier cosa puede pasar”.

“La suba del dólar se aceleró muchísimo y va a seguir subiendo, no hay sustento macro ni de mercado para que los dólares cambien esta tendencia al alza que estamos viendo”, concluyen.

Rechazo y Carta Abierta. La semana cerró con un par de datos destacados que dan cuenta de las posiciones que va tomando el sector empresarial y productivo de cara a lo que viene.

El primero, el fuerte rechazo que los hombres de negocios hicieron ante la dolarización, la principal propuesta del candidato libertario a la presidencia Javier Milei. Reuters hizo una encuesta a 125 empresarios y sólo el 1,6% se mostró a favor de una economía dolarizada; el 66,7% dijo preferir un esquema de bimonetarismo (el que viene pregonando la dupla Bullrich –Melconian), en tanto un 31,7% dijo que preferiría mantener el uso doméstico del peso. Toda una postal.

La otra señal, también desde el sector privado, fue la Carta Abierta que enviaron al cierre de la semana entidades vinculadas al comercio exterior, dirigiéndose a la próxima administración.

Bajo el título Carta abierta de las entidades representativas del comercio exterior al próximo presidente de la Nación, esas organizaciones manifestaron que “es imperioso lograr una Argentina confiable que, a través de su neutralidad, invite a su integración en cadenas de valor internacionales en un marco adecuado, constructivo y previsible, particularmente para nuestros proveedores y clientes del exterior”.

Tras remarcar que el sector “está en una situación crítica”, dijeron que “la distorsión de reglas básicas de funcionamiento, como la multiplicidad de tipos de cambio y restricciones al comercio (SIRA, SIRASE, CEF), potencialmente inconsistentes con acuerdos internacionales e inclusive con nuestra propia legislación, así como la liquidación mandatoria de divisas de exportación, están generando una disminución muy significativa en las exportaciones argentinas y de las empresas que deciden emprender el camino de exportar”.

En este sentido, advirtieron que este año, la Argentina “puede llegar a representar apenas un 0.25% de las exportaciones mundiales, un mínimo histórico”.