A más de un mes del violento asalto que sufrieron Dante Pedrotti (83) y Marta Herrera (82) en su vivienda de Villa Carlos Paz, el estado de salud del jubilado continuaba siendo crítico. Su hija, María Gisela, describió un panorama desolador: su padre atraviesa una recuperación incierta con severas secuelas neurológicas tras haber recibido golpes que le deformaron el cráneo.
"Mi papá está consciente, pero no se acuerda de nada. Tiene secuelas muy importantes a nivel cognitivo y de memoria. No está en condiciones ni de reconocer lugares en este momento", relató Gisela en diálogo con Radio Continental Córdoba.
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El jubilado militar retirado permaneció un mes y medio internado, 25 días de ellos en terapia intensiva, con múltiples lesiones y complicaciones. "La mayoría de los golpes fueron en la cabeza. Fue terrible. Golpes que le deformaron la cabeza. Las hemorragias intracraneales fueron muchas y, si bien se reabsorbieron en gran parte, falta mucho. Todavía hay mucha sangre", describió con dolor.
Pedrotti sufrió además un pulmón perforado y dos costillas fracturadas producto de la golpiza. Tras recibir el alta del Hospital Aeronáutico, se recuperaba en la misma casa donde fue atacado. Su esposa, Marta Herrera, una mujer de 82 años no vidente, logró una mejor recuperación física, aunque el trauma emocional persistía.
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"Estamos tratando de que mi papá se recupere lo mejor que se pueda ahora en su casa, sobre todo para evitar virus y bacterias intrahospitalarias", concluyó, con la esperanza de que pueda recuperar algo de la vida que la violencia le arrebató aquella madrugada.
La noche del horror
El salvaje asalto ocurrió en la madrugada del 31 de agosto en la vivienda de calle Curuzú Cuatiá, cerca de la avenida Sarmiento. Dos encapuchados ingresaron a la propiedad tras forzar una abertura y sorprendieron a la pareja mientras dormía.
Los delincuentes sometieron a los ancianos con una ferocidad que aún conmociona. Exigieron joyas y dinero mientras golpeaban sin piedad a las víctimas, que se encontraban en situación de extrema vulnerabilidad: él se recuperaba de una lesión en la cadera y ella es no vidente.

Antes de huir, los asaltantes trabaron las puertas con macetas para impedir que la pareja pudiera pedir ayuda de inmediato, y los dejaron malheridos en el suelo.
La hija de las víctimas cuestionó la irracionalidad de la violencia ejercida. "No podés ensañarte así con un viejito, la verdad no podés. Actuar así ante una persona totalmente indefensa, como puede ser una persona mayor o un niño, ya es un despropósito muy grande", afirmó en el programa Última Pregunta.
Gisela también destacó un aspecto inquietante del caso: la familia no tenía ninguna relación con los sospechosos y muy pocas personas conocían la situación económica de los jubilados. "Es muy raro. Casi nadie, ni siquiera de la familia sabía que eso estaba ahí. No hubo contacto de nada con estas personas", señaló.
Dos policías detenidos, dos prófugos
La investigación del fiscal Ricardo Mazzuchi logró identificar a cuatro sospechosos, aunque solo dos permanecían detenidos y los autores materiales del asalto continuaban prófugos.
El primer arrestado fue un hombre de apellido Bruno, cuyo vehículo fue detectado en las inmediaciones de la vivienda al momento del asalto. Posteriormente se detuvo a su hijo, Facundo Bruno, un expolicía que ostentaba un alto perfil en Carlos Paz y que contaba con antecedentes: en 2021 fue imputado por no concurrir a su horario laboral en la Guardia de Infantería, y su nombre quedó vinculado a una causa por una "mesa de dinero" relacionada con narcotráfico.
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La pieza clave fue el análisis de un segundo teléfono celular que Facundo Bruno intentó desechar durante el allanamiento a su domicilio. Ese dispositivo reveló conversaciones comprometedoras con Wilson Mansilla, un policía en actividad.
Mansilla fue detenido cuando se presentó a trabajar en la Departamental Punilla. La acusación: haber "liberado la zona" durante el asalto, informando en tiempo real sobre el movimiento de los patrulleros para asegurar que no hubiera vigilancia en el área.
Los autores materiales del robo, dos delincuentes encapuchados identificados como "los porteños" por su tonada, permanecían prófugos, según publicó Cadena 3.