Con los goles de Mateo Bajamich en la Primera Nacional, otra vez don Santos aparece en consideración por su gran aporte, debido a su ojo clínico de cazatalentos.
ICONO. Turza lleva 47 años trabajando en el club de Alta Córdoba. |
Federico Rodríguez
Es habitual que las inferiores de Instituto reciban múltiples elogios, muestras de respeto e incluso curiosidad, por la cantidad y calidad de los juveniles que constantemente aporta al plantel profesional.
“En todos los clubes surgen buenos jugadores, pero mientras que los demás para lograrlo apuestan a una estructura muy grande... Instituto lo hace con ‘dos pesos’. Siempre fue así, y el artífice de ese milagro es Santos Turza”, escribió Germán Panichelli, ex coordinador de las inferiores de la “Gloria”, en su reciente libro Crónicas. Al mismo tiempo, Marcelo Bonetto, otro entrenador que estuvo a cargo de la estructura de las formativas albirrojas, supo declarar: “En Instituto hay un prócer, que es Santos Turza. A él hay que escucharlo siempre. Por eso no es casualidad que salgan tantos jugadores”.
Y, afortunadamente, en Alta Córdoba siguen escuchando a don Santos.
Con la actuación y los goles del juvenil Mateo Bajamich en la Primera Nacional, donde lleva convertidos cuatro tantos, y está en boca de todos, nuevamente la figura de Turza aparece en la palestra. Es que el astuto delegado del club volvió a mostrar que su ojo clínico como cazatalentos es indiscutible, y su engranaje de contactos a lo largo de la provincia permanece intacto.
La llegada de Bajamich a “La Agustina” se dio gracias a la gestión del histórico directivo. El pibe se destacaba jugando con 16 años en la Primera de Unión de Morrison, un conocido del pueblo de apellido Chiatti lo recomendó, y el ex presidente de Instituto, Santiago Cemino, alertó a Turza. Don Santos hizo que se lo trajeran a una prueba, y al verlo jugar pidió, rápidamente, que lo ficharan.
“Mateo llegó al club en el 2016. Me lo manda Cemino y me dice que lo vea. Lo vi y dije ‘éste es buen jugador, tiene potencia, puede andar bien’. Entonces pedí lo dejaran y le dieran la pensión. Era buen jugador, potente, alto, que sabía con la pelota. Le falta mejorar con la cabeza. Tiene 20 años puede aprender...”, rememora don Santos en diálogo con PERFIL Córdoba; y, con su sabiduría, lo analiza: “Se desprende bien de las marcas. Evolucionó mucho futbolísticamente desde aquella época. Está más completo. Jugar en la Primera local le hizo madurar mucho, donde anduvo bien y salimos campeones en el 2017. Al técnico de la local le dije ‘ponelo, que éste es picante-picante’; y anduvo muy bien”.
El gran descubridor. Santos Turza forma parte del paisaje de La Agustina. Es un ícono de la mitología del fútbol de Córdoba. Y en Instituto lo disfrutan desde hace décadas, ya se ha hecho un nombre en el fútbol nacional por su capacidad para detectar que detrás de un pibe hay un futuro crack. Entre la interminable lista de jugadores que descubrió desde su llegada a la “Gloria” en 1972 aparecen figuras como Paulo Dybala, Oscar Dertycia, Ernesto Corti, Diego Klimowicz, Ramón “Wanchope” Abila y Silvio Romero... y la lista sigue y seguirá.
Bajamich, el baluarte de Morrison
Mateo Bajamich es el actual artillero de Instituto en la Primera Nacional jugando de extremo derecho. Aunque su puesto original es el de centrodelantero. Pero el “Gordo” ya sabe lo que es ser goleador de un equipo.
El atacante debutó con 15 años en Unión de Morrison, su pueblo, ante Unión de Ordoñez. Entró en el segundo tiempo, de un partido que terminó 0-3 para su equipo. El DT que le dio la oportunidad en ese entonces fue Gerardo Giannone. Pero su primer gol fue ante River de Bell Ville. Y empezó su catarata de tantos. En la Liga Bellvillensefue goleador en el Apertura 2016. Convirtió nueve goles en 12 partidos. Y en el 2016 se sumó a la “Gloria”.
En el albirrojo comenzó jugando en la Quinta división, donde se destacó, al igual que en su participación en la Primera local y en la Cuarta de AFA. Eso derivó que debutara en el primer equipo “glorioso” en un amistoso ante Racing de Nueva Italia en el Mario Kempes, con Darío Franco como entrenador. Pero su presentación oficial fue el 23 de febrero de 2018 ante Nueva Chicago.
Ya consolidado en el plantel profesional con César Zabala, siendo uno de los mejores jugadores en el inicio del torneo, está en boca de todos. “La verdad, no me gusta mucha todo esto”, le confiesa a PERFIL Córdoba sobre la cantidad de fotos, notas y demás que le toca en estos días. Es timorato a la hora de hablar. “Pero disfruto este momento que estoy pasando”, aclara entre risas, y anhela: “Espero seguir haciendo las cosas bien”.
