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CóRDOBA
EXMINISTRO DE SEGURIDAD IMPUTADO

El fiscal Reyes prohibió a Mosquera contacto por cualquier medio con la presunta víctima

Se analiza un lapso de tiempo mayor al episodio que detonó la situación, ocurrido el 31 de octubre pasado. Ese día una mujer policía, con quien el exfuncionario admitió mantener un vínculo, se descompensó, apareció con golpes y fue internada.

Alfonso Mosquera
MOSQUERA . Con nuevos abogados se presentó espontáneamente el viernes ante el fiscal, Gerardo Reyes. Todavía no fue indagado. | Cedoc Perfil

En el último derrotero judicial en el que se encuentra involucrado el exministro de Seguridad y actual legislador en uso de licencia, Alfonso Mosquera, fue él quien comenzó a dar las pistas sobre la investigación que lo tiene como imputado por presuntos delitos en contexto de violencia de género.

El rumor de procedimientos judiciales que se realizaron hace 10 días en un estricto hermetismo fue confirmado con un tuit de su autoría, el 2 de noviembre pasado. A las seis de la madrugada tildó de “noticia falsa” la información de una investigación en su contra y a continuación aportó una serie de datos. Dijo que desmentía haber “intercedido jamás ante el TCFS (Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad) para “aventajar la situación de algún efectivo” y señaló a una persona, “la que por cierto recibiera una severa y ejemplar sanción por parte del organismo disciplinario”.

Tuit de Mosquera

En el mismo posteo repudió cualquier hecho de violencia intrafamiliar y de género. “Y me solidarizo con las víctimas de este aberrante flagelo”, señaló. Lo que era un rumor terminó confirmándolo el propio Mosquera.

La presunta víctima es una mujer policía, con rango de sargento, que había atravesado a comienzos de este año un episodio por el cual recibió una severa sanción disciplinaria. Este medio constató que Mosquera efectivamente se comunicó con funcionarios del Tribunal de Conducta para consultar sobre el hecho y la medida aplicada. La fuente consultada agregó que lo hizo “como podía hacerlo con otros efectivos” por haber sido funcionario de Seguridad de la Provincia. No hubo presiones de su parte, simplemente consultas.

En los procedimientos realizados el 1 de noviembre se secuestraron los teléfonos personales de Mosquera, la víctima y su actual pareja. Y también un mensaje escueto, manuscrito, que contiene un par de frases en las que ella se habría referido a Mosquera.

La segunda pista la terminó confirmando el primer abogado defensor de Mosquera, Carlos Nayi: el vínculo que lo unió con esa mujer policía. Comunicado. El viernes 3 de noviembre, el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado, poco usual, que confirmó que Mosquera era objeto de una investigación por parte de la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género del 2° turno, a cargo de Gerardo Reyes.

Ese fin de semana, el legislador se reunió con Nayi y el lunes 6 el letrado se presentó en la Fiscalía de Reyes. Al formular declaraciones periodísticas, dijo que “autorizado por el doctor Mosquera admitía una relación irregular” con la mujer internada, sin dar demasiadas precisiones temporales.

En consonancia con el primer tuit sobre el caso, agregó que demostraría su inocencia. Y que “Mosquera no había tenido contacto con ella el 31 de octubre ni en días anteriores”. Ahí colocó un dato más sobre el episodio investigado, referido no sólo a la ingesta de fármacos y las lesiones físicas en sus brazos con que fue auxiliada aquella tarde. Se refirió a ese día y jornadas precedentes.

El jueves pasado Mosquera anunció que Nayi no seguiría en su defensa “por diferencia respecto de emolumentos profesionales”. Finalmente, Reyes firmó la imputación al legislador el viernes por los delitos de lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género, y por amenazas calificadas.

Apenas se conoció la noticia, se presentaron los nuevos abogados, Ricardo Moreno y Jorge Sánchez del Bianco. A las 10:30 se hizo presente en la Fiscalía el propio Mosquera para ponerse a disposición de la Justicia.

En declaraciones periodísticas negó el hecho por el cual se lo acusa, a pesar de que aún no fue indagado y por lo tanto el fiscal no le dio a conocer el hecho sobre el que basa la imputación. Le consultaron si se comunicó con el gobernador, Juan Schiaretti, para darle alguna explicación por haber integrado su gabinete y contestó: “Sólo debo explicaciones a mi mujer”. Repitió su rechazo a “cualquier agresión hacia las mujeres”, como lo hizo en el primer posteo en la red X.

Dijo desconocer por qué lo acusa la presunta víctima y sembró alguna sospecha sobre el contexto “político electoral” en el que se abrió el expediente judicial aunque evitó precisiones al respecto.

El fiscal Reyes lo notificó de la imputación, le pidió que fije domicilio y también dictó medidas de prohibición de contacto con la víctima a través de cualquier medio; no sólo acercamiento físico sino cualquier otro tipo de comunicación.

En la investigación judicial también fue citado el comisario Pablo Nieto, actual pareja de la mujer, como simple sospechoso a tenor del artículo 80 del Código Penal, quien espera ser citado a declarar. La víctima se recuperó de las lesiones físicas que presentaba en su cuerpo, particularmente en sus brazos, pero continúa con un tratamiento de recuperación psicológica en un centro privado.

Una vez que obtenga el alta y esté en condiciones de declarar, brindará testimonio ante el fiscal Reyes porque hasta ahora las únicas manifestaciones fueron ante la Unidad Fiscal de Violencia de Género que funciona en el Polo de la Mujer.

La investigación no se centra únicamente en el episodio que eclosionó el caso, el 31 de octubre. Se analiza el contexto de la relación y encuentros entre la presunta víctima y el exfuncionario en ocasiones previas.