Hay una Elisa Carrió que se ve y otra que juega un partido aparte en el que, por ahora, ha decidido mantener un bajo perfil, aunque se muestre muy activa. El juego mediático siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la diputada chaqueña y esta semana en su paso por Córdoba dio cuenta de su destreza.
Los cruces con el radicalismo cargados de sarcasmos e ironías la muestran irritante con la clase política. Así, la cruzaron duro tras afirmar que si Schiaretti no apoya el Presupuesto 2019 se queda sin obras. “Vino a chantajear a los cordobeses”, dijo la esposa del gobernador y diputada nacional Alejandra Vigo. “Hace terrorismo mediático”, arremetió el ministro Ricardo Sosa, integrante de la mesa chica de Schiaretti.
Sin embargo, la Carrió alejada del circo dejó una muy buena imagen entre los empresarios pymes locales. En una de las seis reuniones que mantuvo con entidades empresarias, brindó un crudo diagnóstico de la realidad pero, al mismo tiempo, les tiró una soga: “Este semestre va a ser durísimo. Les pido que aguanten”, dijo lapidaria. Y fue más a fondo: “Se juega la gobernabilidad de Macri, por eso empecé a recorrer las provincias”, soltó.
La referente de Cambiemos pidió datos concretos para conocer en profundidad la situación de las pequeñas y medianas empresas con el objetivo de que puedan salir del ahogo en el que se encuentran fruto de la excesiva carga fiscal. Y escuchó lo que tenían para decir los empresarios. “Los embargos de Afip nos están matando. Nos cortan el crédito y se va resintiendo la cadena de pagos. Perdemos todos, hasta la Afip”, expresaron.
La referente de Cambiemos demostró que conoce el tema. “Esos embargos vienen desde el ‘99, de la época de (Raúl) Baglini”, dijo. Y ofreció su casa para que puedan tener una reunión con el director de la entidad.
La sensación de un cambio de orientación en la administración Macri quedó más clara cuando uno de los asistentes preguntó sin vueltas: “Lilita. ¿Esto ya se lo vendiste a Macri? ¿Va a haber un mayor apoyo del gobierno a las pymes?”. A lo que ella respondió: “Para eso lo pusimos a (Dante) Sica. Lo mismo que a (Javier) Iguacel. Yo discutía con Pancho (Cabrera) y Juanjo (Aranguren) porque no miraban a las pymes. Eso cambió radicalmente”.
Con ese panorama, los empresarios cordobeses manifestaron su confianza en el perfil ejecutivo de Carrió, dispuesta a jugársela por las empresas y no tanto en la que parece querer quebrar a Cambiemos con declaraciones filosas que esperan sean para la tribuna