En pleno año electoral y con Martín Llaryora presente en la campaña de Hacemos Por Córdoba, la Municipalidad de Córdoba seguirá con el plan previsto hacia 2023 de construir 100 aliviadores cloacales en barrios donde se cuenta con el servicio y a la vez se sufren constantes desbordes en la vía pública, como Alta Córdoba, Marqués de Sobremonte, Alberdi y General Paz.
De esta manera, según indicó a PERFIL CÓRDOBA el subsecretario de Infraestructura, Juan José Tuninetti, primero se buscará minimizar la problemática antes de sumar viviendas al deteriorado sistema municipal, aunque esto signifique “perder” un rédito político para el intendente y las listas encabezadas por Alejandra Vigo y Natalia De la Sota.
“Es tentador hacer cloacas nuevas por los efectos políticos porque uno tiende a prestarle servicios a más gente. Pero el nivel de deterioro del sistema cloacal en la ciudad nos lleva a solucionar un problema de la mala prestación actual y después ir creciendo en la cantidad de habitantes que se puedan conectar. Tenemos que resolver el déficit actual y después ir creciendo en la cantidad de habitantes que se pueden conectar”, explicó el funcionario.
Los aliviadores constan de la ampliación del diámetro de las cañerías cloacales en sectores estratégicos, permitiendo el transporte de un mayor caudal de líquidos en lugares donde hay un exceso de demanda por aumento poblacional y, en consecuencia, un alto nivel de deterioro de las instalaciones. El Plan de Aliviadores Cloacales cuenta con una inversión prevista para este año de $364 millones.
La metodología implica, en algunos casos, la conexión de los aliviadores por medio de bypass a los colectores cloacales que la Provincia ejecuta desde el año 2017, los cuales poseen en promedio un diámetro superior a 1.000 milímetros, acelerando el paso de líquidos. “La red ya existe y es como un sistema de venas. El aliviador es como una red ‘paralela’ que aumenta la capacidad de transporte. Estos aliviadores surgen de la necesidad de resolver el problema de desborde en las áreas ya servidas”, resaltó el subsecretario.
Entre el 35% y el 40% de la mancha urbana de la ciudad de Córdoba cuenta con el servicio de cloacas, impactando en alrededor del 50 por ciento de los vecinos. Es decir, la mitad de los habitantes de la capital provincial cuenta con cloacas mientras que la otra mitad no, lo que da muestras de la deficiencia de un servicio que al día de hoy “debería abarcar al 100% de la ciudad”, afirmó Tuninetti.
El funcionario destacó que reducir la presencia de “pozos negros” en las viviendas implica no solamente un beneficio ambiental sino también el cumplimiento de un estándar internacional para utilizar el líquido tratado no potable en, por ejemplo, el riego. Sin embargo, un problema mucho más visible que la falta de cloacas en los barrios son los desbordes de las mismas.
