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CóRDOBA
ELECCIONES PROVINCIALES 2023

El peronismo llama a su tropa a no relajarse y a profundizar el trabajo electoral

Al comando de campaña de Martín Llaryora le preocupa el ánimo triunfalista de la militancia. “No estamos para tirar manteca al techo”, aseguran desde el entorno del candidato. Centrar la tarea de la gestión es uno de los puntos fundamentales de la campaña.

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GESTIÓN. La campaña del llaryorismo se centra en mostrar el trabajo realizado en Córdoba. | CEDOC Perfil

“Nuestra militancia tiene que entender que debemos seguir trabajando a full porque no estamos para tirar manteca al techo; todos los días hay que intensificar el trabajo electoral”. La frase corresponde a un encumbrado dirigente del justicialismo, quien reconoció su preocupación por el ánimo triunfalista que reina en las filas de la alianza oficialista Hacemos Unidos por Córdoba.

En ese sentido, el vocero consideró que, de cara a las elecciones provinciales del 25 de junio, el PJ “está muy bien, con una ventaja cada día más clara en las encuestas, pero una cosa es ir ganando y otra dormirse”.

El trabajo del candidato a gobernador Martín Llaryora continuará como hasta ahora y se basará en gestión, combinando anuncios con recuerdos de obras ya concretadas en toda la Capital y el interior provincial.

De todas maneras, la hoja de ruta del candidato también indica que deberá abordar los temas que más preocupan a la sociedad en la provincia: seguridad, educación y salud.

Eso significa librar una pulseada aparte con Luis Juez, el candidato de Juntos por el Cambio. El opositor basa su estrategia en los citados ejes de seguridad, educación y salud, pero ya lanzó un cuarto elemento: la situación previsional (efectuó duras críticas al gobierno de Juan Schiaretti por la situación de los jubilados) y se apresta a incorporar como quinto punto de campaña a la cuestión fiscal (aún no hay definiciones sobre el punto, pero trascendió que habrá comentarios en los próximos días).

Los contrapuntos por la inseguridad tanto en la Capital como en el interior son y serán en las próximas semanas uno de los rasgos distintivos de la campaña electoral. Llaryora reforzará la difusión de su proyecto para crear una policía municipal y hablará sobre la propuesta de incorporar pistolas Taser, arma capaz de generar una descarga eléctrica que inmoviliza al agresor. Juez, a su vez, insistirá en dar garantías a la población con el argumento de que ‘el ministro de Seguridad será él mismo’, con lo que está prometiendo que habrá un fuerte control político.

Con todo y por el afán de mostrar gestión, Llaryora postergó su licencia para abocarse de lleno a la campaña. Iba a dejar el municipio el 25 de mayo, pero recién dará un paso al costado dentro de una semana y regresará el 26 de junio.

Esta semana combinará inauguraciones en Capital y viajes a ciudades que no estén a más de 100 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Y matizará con lo que en su comando llaman “domingos felices”, lo que equivale a decir que irá a festejar victorias electorales del peronismo en pueblos y ciudades en los que gane el oficialismo en las próximas semanas. Hoy, el PJ dice que el delasotista Edgar Bruno ganará en Canals y por eso Llaryora viajará esta tarde. También se votará en Cruz Alta, Potrero de Garay y Coronel Baigorria. En total, son 29 localidades las que eligen autoridades locales en esta jornada.

En el PJ dijeron que la postergación de la licencia se adoptó porque el candidato del oficialismo “va primero cómodo en las encuestas”, aunque en realidad hay que decir que Llaryora quiere inaugurar todo lo que pueda, aunque sean pequeñas obras, para profundizar su rasgo de gestor y es por eso que postergó su licencia.

Sorpresas te da la vida. Los llaryoristas dicen sentirse sorprendidos por la casi nula campaña de Juez en los medios de comunicación, ya sea tradicionales o alternativos como lo son, entre otros, las redes sociales. “Nunca pensamos que tuvieran tan baja participación en la etapa previa a las elecciones”.

Sobre el punto, los juecistas dieron su versión: “No hacemos publicidad por el momento, primero porque no tenemos plata para eso y segundo porque pensamos que puede llegar a ser contraproducente el exceso de participación en todos los medios de comunicación”.

Más allá de los pedidos de “no tirar manteca al techo”, en el oficialismo existe un marcado optimismo y pronostican una victoria contundente en Capital y en los principales departamentos del interior de la provincia, con eje en San Justo, San Martín y Río Cuarto.

Precisamente sobre Río Cuarto, explican que la victoria será muy amplia porque Hacemos Unidos por Córdoba lleva como primer legislador a un hombre de la zona, Juan Manuel Llamosas, pero Juntos por el Cambio no tiene a nadie en lugares expectantes”.

Sin embargo, todas estas enumeraciones poco tienen que ver con el discurso duro que muestran algunos candidatos para con la oposición, sobre todo para con su candidato a gobernador.

La lógica política indica que quien va ganando en la etapa previa, cuida su discurso, evita las polémicas y se centra en sus ejes de campaña. Eso no pasa en el peronismo, ya que algunas voces embisten frontalmente contra Juez.

Primero, el propio Llaryora sacude cuando puede al actual senador nacional opositor y, además, algunos candidatos tienen discursos estudiados y muy críticos. Por ejemplo, la candidata a legisladora provincial Nadia Fernández le enrostró a Juez haber defendido como abogado a un familiar suyo, acusado de tenencia de estupefacientes, además de señalar que es incompetente para administrar la provincia.

Dos caminos diferentes. Los peronistas también tratan de sacar partido de las supuestas diferencias entre Juez y el candidato a intendente de Córdoba, Rodrigo de Loredo. Al respecto, las fuentes precisan que los caminos de ambos postulantes son bien diferentes y que en los textos de De Loredo, prácticamente, no se lo menciona al aspirante a la Gobernación de Juntos por el Cambio. 

“Evidentemente, los deloredistas perciben que Juez es contraproducente para la campaña en Capital, de otra manera no se explica el silencio, que puede interpretarse como ninguneo”, explica un dirigente que está en la mesa de la campaña de Llaryora.

Además, ponen el dedo en la llaga y tratan de explotar un supuesto desencuentro que hasta el momento no se condice con lo que ocurre en la realidad, aunque es verdad que De Loredo hace su juego y ya no actúa en tándem con el dirigente que encabeza la fórmula provincial de Juntos por el Cambio.

Se vienen cuatro semanas frenéticas de campaña con vistas a una elección que todavía no se puede incorporar a la agenda ciudadana. De momento, casi todo termina en los círculos de la política y de los medios.