La disminución en el presupuesto para Salud detectada por el Cippes tiene su impacto directo en menos insumos, menos servicios, y menos personal para la asistencia de pacientes, según detalla la propia entidad. Más del 90% del presupuesto asignado a los hospitales se destina a personal, bienes de consumo y servicios no personales. El gasto en bienes de consumo se constituye principalmente de productos farmacéuticos y medicinales, los insumos que permiten la atención y curación médica. En el trabajo del Cippes se describe que esta partida disminuyó un 38,5% en términos reales entre 2015 y 2018. Y aunque en 2019 se prevé un incremento del 19% real en esta partida, de cumplirse esta expectativa, tampoco alcanzaría a compensar los valores que tenía en 2015, acumulando a pesar de ello una caída del 26,8% real respecto de 2015.
Menos staff. Finalmente, se analizó la inversión enfocada en el personal de los hospitales públicos. En este sentido se detectó que disminuyó, en términos reales, un 10,8% entre el año 2015 y 2018. Además, el presupuesto 2019 prevé una disminución en términos reales respecto de lo estimado a cierre 2018 del 12,5%, lo cual acrecentaría aún más la caída en el gasto en personal. Este ajuste en el gasto en personal en términos reales, se explica en parte por una caída en el poder adquisitivo de los salarios, dado que los aumentos que otorgó la Provincia no le ganaron a la inflación; y también por una disminución de la planta de personal del escalafón salud, que pasó de 12.510 empleados a 11.780 entre 2015 y 2017 (el Gobierno no publicó aún información sobre la planta de personal en 2018).
En el breve lapso de dos años, el sistema de salud público perdió 730 agentes y disminuyó el poder adquisitivo de toda la planta de salud. “Lamentablemente la Provincia no publica información detallada sobre la composición de la planta de personal del escalafón Salud. Acceder a esta información nos daría una mejor dimensión de lo que implicó deshacerse de tantos agentes, en especial cuántos enfermeros y médicos fueron expulsados del sistema de salud de la Provincia”, detalla el Cippes.
Más por menos. El punto paradójico que destacan desde el Cippes es que el ajuste en la salud pública de la Provincia se dio en un contexto favorable, en términos de ingresos fiscales totales percibidos por la Provincia. Los mismos se incrementaron un 8,8% en términos reales entre 2015 y 2018. La Provincia recaudó más dinero, pero se invirtió menos en salud. “El Ministerio de Salud registra un importante ajuste en su presupuesto, lo cual se traduce directamente en menor capacidad de atención médica en los distintos hospitales provinciales. Los números del presupuesto 2019 no evidencian un cambio de rumbo. Se trata de una decisión de política pública que golpea directamente a los sectores más vulnerables y pone en discusión cuáles deberían ser las prioridades de la Provincia de Córdoba”, apunta Schclarek Curutchet.