Se conocieron hace 33 años en el Estadio Kempes. El “10” jugó un amistoso para Belgrano y el presidente de la “T” era el preparador físico del Celeste.
La tercera vez. En 1986, Fassi y Maradona compartieron el vestuario de Belgrano en el Chateau. En 1994 los reunió en Pachuca el Mundial de Fútbol Rápido. Esta semana vuelven a encontrarse por Talleres-Gimnasia. |
CEDOC PERFIL
Andrés Fassi, el presidente de Talleres, y Diego Maradona, el DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, vuelven a encontrarse esta semana en el Estadio Kempes, donde coincidieron por primera vez hace 33 años.
El 10 de julio de 1986, tras su consagración mundialista en México, el “10” llegó a Córdoba para jugar un amistoso con la camiseta de Belgrano. El rival fue Vélez Sarsfield, que tuvo en sus filas a otro integrante del seleccionado que dio la vuelta olímpica en el Estadio Azteca: el cordobés José Luis Cuciuffo. Asistieron 22 mil personas y la recaudación fue al Patronato de la Infancia.
Antes del partido, Maradona pasó por el Palacio 6 de Julio y la Casa de las Tejas, ya que la Municipalidad lo declaró “Huesped de Honor” y la Provincia lo distinguió como “Ciudadano Ilustre”.
Apenas llegó al “Chateau”, una hora antes del inicio del juego, el astro planteó la necesidad de hacer “un calentamiento especial” en los vestuarios. Ahí conoció a Fassi, por entonces preparador físico del elenco de Alberdi. “Compartimos una larga sesión de trabajo y una charla en la que me contó lo que había vivido siendo campeón del mundo”, rememora el directivo.
“Recuerdo que, antes de salir a la cancha, hizo una arenga como si fuera a jugar el último partido de su vida. Esa anécdota sintetiza lo que fue siempre Diego: un tipo ganador. Para él era lo mismo jugar la final del mundo o un amistoso en Córdoba”, añade. “Es más: esa noche pateó un penal en un poste y quedó con mucha bronca”, puntualiza.
Dos semanas más tarde de aquel amistoso, que terminó igualado 1-1, Belgrano debutó en la edición inaugural de la B Nacional venciendo 1-0 a Douglas Haig en Instituto.
Un Mundial en Pachuca
“Mi segunda experiencia con Maradona fue en 1994 en Pachuca. Organicé un Mundial de Fútbol Rápido y él fue a jugar con el seleccionado argentino. Estuvo una semana y compartí varias horas de charlas que me permitieron aprender y conocer la personalidad de uno de los hombres más extraordinarios que he visto en cuanto a carácter en el fútbol”, cuenta Fassi.
Aquel equipo, que Diego compartió con su hermano Lalo, Carlos Randazzo y Juan Amador Sánchez, entre otros, perdió la final ante Brasil. Por entonces, Maradona, que cumplía la suspensión de la Fifa por el doping positivo en USA ’94, hacía su primera experiencia como DT en Mandiyú.
Fassi no duda en definir a Maradona como “uno de los tres mejores jugadores de la historia del fútbol, junto con Pelé y Messi”. “Su legado trascenderá en el tiempo y muchísimas generaciones más hablarán de su personalidad, sus títulos y todo lo que le dio al pueblo argentino”, agrega.
“Siempre fue un hombre genuino y muy directo. Podemos estar de acuerdo o no en cómo ve muchas situaciones vinculadas al mundo del fútbol, pero lo que no podemos discutir es la transparencia de su opinión”, puntualiza.
El mandamás de la “T” anticipa que habrá “un gran homenaje” en la noche del lunes. “Será un agradecimiento para quien es uno de los embajadores de la historia de nuestro fútbol”, dice. Y anticipa algunos detalles: “Los dos equipos saldrán juntos a la cancha para que Diego tenga el recibimiento que se merece. Le estamos preparando un video y antes del partido le vamos a entregar un gran recuerdo de todos los cordobeses”.
“Una inyección para la Superliga”
El presidente de Talleres asegura que el regreso de Diego al fútbol argentino, más allá del impacto que significa para Gimnasia, representará “una inyección de ánimo y de optimismo para toda la Superliga”.
“Que Maradona vuelva a estar dentro del fútbol, en la estructura que sea, siempre es importante. Ojalá que entre todos podamos rodearlo, cuidarlo y acompañarlo, para que pueda transmitir todo lo que hizo a lo largo de su impresionante historia dentro de este deporte”, destaca.
“En Dorados hizo un trabajo impresionante. Tomó un equipo en los últimos lugares de la tabla y lo llevó a jugar el ascenso. El nivel de respeto y de motivación que generó en sus jugadores, en los hinchas y en la ciudad fue algo pocas veces visto. Diego genera ilusión adónde va y eso ya lo estamos viendo en Gimnasia”, concluye Fassi.
