Sergio Angellini es el presidente del Grupo MSA, la empresa responsable del escrutinio provisorio subcontratada por Ocasa, que se ralentizó a las 22 de la noche y provocó una crisis política provincial.
MSA, afirma Angelini, tiene más de 20 años de trayectoria en elecciones y había prestado sus servicios hace cuatro en Córdoba. Y el domingo, según explicó, no falló el sistema: el problema estuvo en la provisión de los insumos informativos, en una dificultad que combinó falta de personal técnico para operar las máquinas y la tardanza, o ausencia, de personas que trasladaran la información.
“No recibimos toda la información para procesarla y transmitirla”, reconoció a La Voz al describir qué pasó en el escrutinio. “Y eso provocó que, cerca de la medianoche, comenzó a frenarse el flujo de datos”, agregó.
Las claves del problema
Para Angelini, una de las claves del problema se debió a la “falta de un número importante de personal técnico”.
Aseguró que hubo máquinas en los 1.485 centro de votación y que solo tuvieron dos pantallas y una impresora rota. Que el problema fue la falta de operadores de cada máquina en cada escuela y eso “no era de MSA”.
La Relación con Ocasa
Angellini se presenta como una empresa proveedora de la Provincia. Lo hicieron con el voto electrónico (Villa Carlos Paz, Cosquín, Marcos Juárez y La Falda). La relación con Ocasa es de logística de las máquinas a los centros de votación.
Ahora, quien sella el contrato con Córdoba fue Ocasa y MSA lo hace con la Justicia, “que está circunscripto al voto electrónico de las cuatro localidades que mencioné”, sostiene.
Para el presidente de MSA, la experiencia propia demuestra que “cuatro años atrás, cerramos Córdoba, con igual cantidad de mesas, o un poco menos, a las 22.30. Pero sí... esta vez fue tarde. A las 0 horas haber tenido el 85%, como se tuvo el domingo, es muy bajo”.
