El impacto real que el acuerdo tendrá en las economías regionales es difícil de establecer con máxima precisión. Un cálculo que realizan en el Ministerio de la Producción establece que con el acuerdo las provincias aumentarán un 12% las exportaciones. Sobre Córdoba la cartera nacional tiene identificado que la Provincia genera exportaciones anuales promedio en torno a los US$8.100 millones y que el 17% de las mismas tienen como destino la Unión Europea. A ese bloque venden unas 170 empresas que emplean a 45 mil personas.
Entre los ‘productos dinámicos’ de Córdoba se mencionan maíz, maníes, cajas de cambio, carne deshuesada, aceite de maní, partes y accesorios de carrocerías, miel natural, amortiguadores de suspensión, chocolates, aceites de girasol y sus fracciones y vehículos automóviles. “Creemos que en promedio, en un plazo de 10 años, Córdoba no va a pagar aranceles para ingresar sus productos a Europa”, remarcó Francisco Mango.
Más que vender. El objetivo del acuerdo es, claramente, vender más. Pero Mango subrayó que se apunta también a otros fines. En conjunto enumeró que se crea un marco regulatorio común, que brinda previsibilidad y elimina la discrecionalidad de las autoridades de turno; se llega al 100% de liberalización en bienes industriales, 82% de liberalización total en agrícolas y cuotas en casi el 18% restante; apunta a promover inversiones vía previsibilidad de reglas y el acceso a mercados; da plazos prudentes para la adaptación industrial (60% de las importaciones del MCS se desgravarán en 10 o más años), y se quieren incorporar disciplinas modernas en un acuerdo comercial.