La versión salió con fuerza de uno de los despachos más influyentes del Palacio 6 de Julio. “Hay bronca con los concejales”, dijo un conocedor de los pasillos del Municipio y agregó: “son momentos en los que la gente necesita ver a los políticos activos. Y resulta que de los nuestros, poco; y del otro lado, también. Se dijo ‘no hay sesiones’ y chau, se metieron todos en la casa”, se quejó el funcionario visiblemente ofuscado por la reacción del oficialismo legislativo. Cerca del intendente Martín Llaryora no quieren hacer muchas olas, prefieren esperar que pase la crisis por el coronavirus y después vendrán los pases de factura. Cambios que podrían incluir, además, algunos cambios en la mesa chica del intendente capitalino. Volviendo a los ediles, dicen que los que salieron el viernes en un auto a repartir vacunas lo hicieron de a cuatro en un vehículo y sin respetar la distancia que indica que debe ir una persona adelante y otra en el asiento trasero.
La interna de la UCR arranca un abril clave
A pesar de la cuarentena que implica el aislamiento obligatorio que decretó el presidente Alberto Fernández, los movimientos de la rosca política cordobesa continúan. Al igual que la nacional, obviamente. En territorio mediterráneo, lo que no tapa el coronavirus se lo llevan las internas, y en el radicalismo dicen que arranca un mes clave. ¿Por qué? Porque en el mes próximo vencerían los plazos para el llamado a elecciones de las autoridades del partido y están los que creen que se debería entrar en un período de excepcionalidad, “similar a lo que pasará en Río Cuarto después de julio”, dicen algunos correligionarios. “Ojo que la facultad en unos meses la puede tener el Congreso de la UCR, y ¿quién lo preside? (Rodrigo) De Loredo”, dijo un radical. Como es muy difícil que se anuncien fecha de internas en este contexto, las alternativas van desde la continuidad de Ramón Mestre hasta la creación de una comisión con expresidentes y referentes de distintos núcleos que acompañen la transición.
La ‘grasa del Estado’ (pero al revés)
El PRO cordobés está inquieto. En la semana, mientras todo el país discute la pandemia del coronavirus, el espacio amarillo y sin distinción de vertientes internas empezó a reclamar por los despidos en Anses y Pami de la administración de Alberto Fernández. Hubo guiños en redes sociales incluso entre aquellos que responden a la diputada Soher El Sukaria y su colega en Diputados, el exintendente de Jesús María, Gabriel Frizza. Entre algunos que observaron de afuera la reacción unificada del PRO, algunos destacaron: “esto es como lo que dijeron ellos en su momento acerca de ‘la grasa que sobra en el Estado’. Bueno, esto sería igual pero al revés”, bromeó un peronista que siguió la movida en las redes para reclamar por los cargos de la administración pública nacional en Córdoba.
Recorrida sin caudillos en Villa María
En la semana se conoció que San Martín es el segundo departamento con más casos de coronavirus en la provincia después de Capital. Y este distrito, cuya ciudad cabecera es Villa María, tuvo el viernes la recorrida del gobernador Juan Schiaretti en el Hospital Pasteur, uno de los nosocomios del interior que atenderá a infectados de la enfermedad que se convirtió en pandemia. En la visita, Schiaretti estuvo acompañado por el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, y el intendente interino de la ciudad, Pablo Rosso. En medio de la guerra fría entre Eduardo Accastello y Martín Gill, ninguno de los dos estuvo presente en la visita del gobernador al sudeste provincial, y esto no pasó desapercibido. Sobre todo, después de una semana en las que incluso se especuló con la intención de Accastello de desembarcar en la ciudad que gobernó con dependencias del ministerio provincial que él conduce.
El radicalismo y el “Entre Todos”
El primero que soltó la frase fue un legislador mestrista en una charla sobre cómo había que salir de la crisis por el coronavirus. “Esto, aunque nos cueste admitirlo, se sale como dicen del otro lado: ‘entre todos’”, reconoció el parlamentario y aprovechó para repasar sus propuestas al oficialismo provincial. Sin embargo, no fue el único correligionario que usó el slogan peronista para definir de qué manera se enfrenta la pandemia. Un intendente, de los radicales que tienen peso en el interior cordobés, también utilizó la frase peronista y se mandó con hashtag en Twitter y todo.
