Un viaje por la llamada ‘España verde’ es conocer una de las regiones más bellas del norte español. Desde el País Vasco hasta Galicia, pasando por Cantabria y Asturias, es decir, toda la costa del Cantábrico.
Fue precisamente en la tierra de mis ancestros donde fui objeto de una de las mayores lecciones que recibí en mi vida. En Donostia (San Sebastián) fuimos invitados a una típica Sociedad Gastronómica (txoko en euskera), a las que son tan afectos los vascos.
Es un sitio en el que un grupo de ‘socios’ sienta sus reales de chef y cocinan entre ellos y para ellos, con reglas muy claras y estrictas en orden a quiénes y cómo pueden asistir y el mantenimiento del lugar, la cocina y, lo más importante, la despensa y provisión de alimentos y bebidas.
Sentados a la mesa los invitados (un grupo de periodistas argentinos) y anfitriones (los socios del txoko), el vasco grandote y barbado que tenía a mi izquierda, soltó la pregunta: “Y tu apellido, ¿de dónde es?”.
Muy suelto de cuerpo respondí “vasco francés”. El silencio de catacumba que se hizo a la vez que los vascos dirigían sus miradas torvas hacia mí, me hicieron dudar si sobreviviría al momento.
El mismo vasco, llamado Patxi, dijo: “O eres vasco, o eres francés”. Desde ese día, cuando me preguntan el origen de mi apellido, respondo sin titubear: ¡Vasco!
El País Vasco, Euskal Herria, está conformado por siete provincias: Álaba, Biscaia, Guipúscoa, Navarra, Baja Navarra, Lapurdi y Zuberoa.
#vascoandariego